El 12 de octubre de 1979 el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz realizó un discurso en la Asamblea General de la ONU que mantiene su vigencia en nuestros días. Ante un salón plenario colmado de público, denunció que «la cuestión de Palestina es la médula del problema del Medio Oriente».

Tradicionalmente se contempla el conflicto palestino-israelí como unadificultad compleja, anclado en raíces históricas, étnicas y religiosas, y con unos puntos de fricción primordiales. El principal hecho objetivo es, sin duda, los años de ocupación ilegal de los territorios palestinos por parte de Israel.

«La base de la paz justa en la región comienza por la retirada total e incondicional de Israel de todos los territorios árabes ocupados y supone para el pueblo palestino la devolución de todos sus territorios ocupados y la recuperación de sus derechos nacionales inalienables», dijo Fidel Castro en ese histórico discurso.

En esa amplia y profunda idea, se resume la razón del horror que hoy vive el pueblo palestino, confinado por el nuevo apartheid, a una franja mínima de tierra.La filosofía del despojo es la que provoca una catástrofe humanitaria.

Con total impunidad, actúan las fuerzas militares sionistas contra la población civil. No se detienen ante nada.Mujeres, ancianos y niños son sepultados bajo los escombros de sus viviendas, escuelas y hospitales, gracias a las armas entregadas por Washington.

«Cuba condena en los términos más duros los bombardeos contra la población en Gaza y la destrucción de sus viviendas, hospitales e infraestructura civil. Repudiamos los asesinatos de personas inocentes, como resultado de la actual escalada, que ataca con saña, sin distinción de etnia, procedencia, nacionalidad o fe religiosa», expresó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en un mensaje dirigido al mundo el 31 de octubre de 2023.

Este sábado 2 de marzo, las plazas y tribunas de todo el país se llenaron de cubanos como muestra de la solidaridad con el pueblo palestino. Se veían banderas cubanas y palestinas juntas, como hermanas.

Casi cinco meses han pasado desde que iniciara el genocidio en el que miles de personas han perdido la vida, y a pesar de la movilización internacional para el cese al fuego, Israel persiste en su arremetida.

«Estar aquí apoyando al pueblo palestino más que una oportunidad es un deber de todo cubano, de todo revolucionario. Apoyar la causa palestina nos corresponde a nosotros también como miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Que sepan que nosotros los jóvenes alzamos nuestra voz para que acabe el genocidio y que cuentan con nuestro apoyo», planteó Luis Alberto Bonet Maceo, cadete de primer año de la Academia Naval Granma, Orden Antonio Maceo.

Una nueva masacre se anuncia, el objetivo esta vez es Rafah, localidad sureña de Gaza que sirve como último refugio a más de un millón de personas y permite el paso de la ayuda humanitaria.

«Soy estudiante de segundo año de medicina aquí en Cuba y vivo en la Franja de Gaza. Doy mil gracias al pueblo cubano por la solidaridad demostrada con nosotros. Siento doble el dolor, la preocupación por lo que está pasando con mi familia, amigos, vecinos y todas las personas en la Franja, son varios meses con el teléfono en la mano viendo noticias con el temor de perder a alguien más. La causa del pueblo palestino es también la causa de todos los pueblos libres del mundo», expresó a Verde Olivo uno de los palestinos que se encontraban en el acto.

Alzar nuestras voces para reclamar el fin del genocidio en Gaza, la retirada de Israel del territorio ocupado ilegalmente y la libre entrada de esa ayuda humanitaria fueron razones que convocaron a los cubanos.

«Como joven y miembro de las fuerzas armadas me siento mal con lo que está sucediendo con el pueblo palestino, quisiera poder hacer más, por eso estoy aquí para brindar mi apoyo, compartimos su dolor», explicó Laura Reinoso, cadete de segundo año Universidad de Ciencias Médicas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Orden Carlos J. Finlay.

«Gracias a Cuba por no dejarnos solos en esta lucha, nuestro pueblo está sufriendo, pedimos detener de una vez y para siempre la violencia para obtener nuestra libre determinación», comentó la joven palestina Samar Algohul, estudiante de segundo año de medicina.

En aquel discurso del Comandante ante la ONU, cerró con esta justa valoración del pueblo palestino: «Despojados de sus tierras, expulsados de su propia patria, dispersados por el mundo, perseguidos y asesinados, los heroicos palestinos constituyen un ejemplo impresionante de abnegación y patriotismo, y son el símbolo vivo del crimen más grande de nuestra época».