El Che: guerrillero y ministro (I)
Economista y comunista
«Hombre, hombre sin templo,
desciende a mi ciudad tu ejemplo».
Silvio Rodríguez
(«Hombre», 1987)
El 26 de noviembre de 1959 el Che recibió su certificado de nacionalidad cubana por nacimiento —aprobada el 7 de febrero de ese año—, y se hizo pública su designación como presidente del Banco Nacional de Cuba.
Poco después, quizás con malas intenciones, circuló un chiste al respecto.: Fidel y el Che, poseedores de la lucidez, el sentido del humor y la humildad de los grandes, solían contarlo divertidos.
La anécdota ficticia, narraba que, en un encuentro de la dirección revolucionaria, Fidel, entonces Primer Ministro del gobierno, inquirió si entre los presentes se hallaba algún economista dispuesto a asumir la presidencia del banco. Según la broma, el Che había entendido «comunista» en vez de «economista», y alzó la mano.
El 27 de noviembre, el comandante Guevara llegó a su despacho en el Banco Nacional. De inmediato, el sitio perdió la típica alfombra —pésima compañía para un asmático— y la solemnidad de su antesala, poblada ahora por miembros de su escolta: campesinos adolescentes y melenudos con uniformes verde olivo y armas largas, algunos de los cuales lo acompañarían al Congo y a Bolivia.
En esos días, el Che desarrolla una intensa actividad. Dirige el banco; habla en actos públicos; supervisa las labores del Departamento de Industrialización del INRA;1participa en jornadas de trabajo voluntario para construir escuelas; se ocupa de las tareas de educación del nuevo ejército; continúa redactando un manual que se convertiría en «La guerra de guerrillas»; relata –utilizando apuntes de su diario– sucesos de la lucha en la Sierra Maestra, dados a conocer más adelante en la revista Verde Olivo bajo el título de «Pasajes de la guerra revolucionaria»; recibe clases de matemáticas, contabilidad y finanzas, que luego estudia a solas. Trabaja 16, 18, 20 horas diarias.
Uno de sus escoltas, decía que cuando el comandante Guevara entraba a un auto, era como si le dieran anestesia: se dormía al instante. Siempre que no quisiera leer.
Aun así, a mediados de abril de 1960, comienza a escribir para la revista Verde Olivo la sección «Sin bala en el directo», que firma «El francotirador». Serán 18 artículos breves en cinco meses: comentarios chispeantes sobre política internacional.
En mayo de 1960 inicia la publicación, también en Verde Olivo, de otra serie de artículos que durará siete meses, nombrada «Consejos al combatiente», donde aborda temas como «la disciplina de fuego en el combate», «defensa contra los tanques», y similares.
Ese hombre que apenas descansa, gestiona financiamientos en moneda dura para la economía nacional, impulsa la industrialización del país, vela por que no se fuguen divisas, extrae de bancos norteamericanos las menguadas reservas cubanas de oro que los batistianos no lograron robarse, protege hasta el último centavo del erario.
Sin embargo, en su vida personal no da valor al dinero. No pocas veces, algún compañero le paga el café en la calle porque él no lleva monedas en el bolsillo, además, se niega a cobrar por todas las labores que realiza. Solo acepta su salario de comandante —es la mitad del sueldo como presidente del banco—, que se diluye en ayudas, gastos familiares, y en el pago del alquiler de la casa y de las mensualidades del auto usado que compró a plazos por necesidad de su trabajo.
El 22 de octubre de 1960, parte al frente de una delegación hacia los países socialistas de Europa del Este. Lleva la misión de obtener créditos y mercados para los productos cubanos, a fin de que la economía de la isla sobreviva a la asfixia que intentan los Estados Unidos.
Ya no es presidente del banco. El gobierno revolucionario planea la creación de un nuevo ministerio —importantísimo, estratégico—, el de industrias, al frente del cual se estrenará el Che a partir del 23 de febrero de 1961.
Referencia
1-INRA: Instituto Nacional de la Reforma Agraria.
Fuentes consultadas
1-Taibo II, Paco Ignacio: Ernesto Guevara. También conocido como el Che. Fondo Editorial Casa de las Américas. La Habana, 2016.
2-Buch, Luis M.; y Suárez, Reinaldo: Gobierno revolucionario cubano. Primeros pasos. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana,
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