La Revolución requiere que su defensa se realice en todos los terrenos, así como estar alertas ante cualquier peligro, enfrentarlos de forma resuelta y prever cada detalle, base sobre la cual alcanzar la victoria.

El término de Guerra No Convencional empezó a ser de dominio público, entre cubanos, en el 2014, cuando el General de Ejército Raúl Castro Ruz, instó a hojear la Circular de entrenamiento 18-01 de las Fuerzas de Operaciones Especiales norteamericanas, publicada en noviembre de 2010, bajo el título “La Guerra no Convencional”.² Pero Fidel Castro Ruz, conocía ese nuevo tipo de guerra desde mucho antes. Él mantuvo un sistemático estudio del enemigo, de sus estrategias, doctrinas y puestas en práctica. En 1966 subrayó:

“Poseemos magníficas armas para luchar en los campos y en las ciudades, para librar cualquier tipo de guerra convencional y no convencional. Aprendamos a utilizar esas armas, aprendamos aún a sacarle el máximo de provecho en combate y veremos que no puede haber nada capaz de destruir la Revolución,… Preparémonos a librar cualquier tipo de lucha y todos los tipos de lucha contra el imperialismo, según las circunstancias aconsejen. Y en la medida que estemos preparados las posibilidades de que nos ataquen serán menores.” ³

Hasta nuestros días, muy pocos sabían o recordaban que Fidel se había referido a la Guerra No Convencional. Para muchos esta era una novísima concepción militar de los EE.UU. y desconocían que sus primeras nociones se remontan al ocaso de la Segunda Guerra Mundial. En sus perfeccionamientos, se tuvieron en cuenta varias experiencias y entre ellas se destacan las derivadas del histórico enfrentamiento de los Estados Unidos contra Cuba.

La derrota sufrida en las arenas de Playa Girón, vista como la invasión de Bahía de Cochinos, es catalogada e incluida entre los ejemplos históricos de campañas de GNC. Como parte de las operaciones de participación limitada incluyen a Cuba (1961-1964)⁴ La Operación Mangosta (Mongoose) incluye muchos de los elementos desarrollados en los más modernos manuales de Guerra No Convencional. En ella se concibe derrocar al régimen comunista desde dentro e instituir un nuevo gobierno con el que Estados Unidos pueda vivir en paz. Ello se realizaría mediante la gestación de levantamientos internos. Estos serían el resultado de la combinación de varios factores, entre ellos, incremento de la guerra económica, aumento del sufrimiento del pueblo, presentar el estado del país como el fracaso del régimen comunista, que no puede abastecer, ni satisfacer las necesidades de los cubanos. Estas acciones serían complementadas con operaciones psicológicas, con la creación de pequeños grupos guerrilleros y escuadrones de sabotajes.

“El momento culminante de la revuelta vendrá de una reacción airada del pueblo a una acción del gobierno (chispa por un incidente), o de una fractura del grupo de liderazgo dentro del régimen, o ambos. (Un objetivo importante del proyecto debe ser lograrlo.) El movimiento popular capitalizará este momento climático iniciando una revuelta abierta. Las áreas serán tomadas y retenidas. Si es necesario, el movimiento popular pedirá ayuda a las naciones libres del hemisferio occidental. Los Estados Unidos, si es posible en concertación con otras naciones del hemisferio occidental, darán apoyo abierto a la revuelta del pueblo cubano. Dicho apoyo incluirá la fuerza militar, según sea necesario.” ⁵

Esta Operación también engloba acciones diplomáticas, presiones ante la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA, interferencia televisiva, apoyo especial al sabotaje, montaje de operaciones especiales de la CIA dentro de Cuba, centradas en elementos activos de la población, entre otros.

Estas nociones, concebidas contra Cuba en 1962, son esenciales en la concepción de la Guerra No Convencional. El líder histórico de la Revolución cubana se ocupó de preparar al país para librar cualquier tipo de lucha contra el imperialismo, convencional o no convencional, en el terreno militar o en el político ideológico y todo ello acorde a las adecuaciones que van implementando.

Evidenciando los cambios que se han producido en las formas de agresión del imperialismo contra Cuba y en general en sus formas de actuación subraya:

“¿Un invasor qué habría venido a hacer aquí? Llegar, posesionarse del territorio y poner al pueblo a trabajar para sus intereses. Antes esas invasiones se hacían con armas. Después se hicieron por métodos más sutiles. No trajeron cañones, ni barcos, ni fusiles. Esos, desde luego, los tenían por si acaso. Pero, ¿qué les hicieron a nuestros países? Los penetraron por otras vías.... Y detrás de la penetración económica; la penetración cultural, ideológica. ¡La penetración cultural e ideológica!” ⁶

Y ese sistema de agresión desde el exterior se hace acompañar de sus representantes internos, a los que intentan ahora presentar como protagonistas. Dentro de ellos puede estar actores sociales con reclamos legítimos, otros con conductas delincuenciales, vandálicas, antisociales y por supuesto la contrarrevolución, sea fabricada, autóctona, o aspirantes a ser apadrinados, para lo cual tienen que pronunciarse en contra. Sobre este último conjunto Fidel también nos indica algunos de los cambios que se van produciendo en su composición y formas de actuación.

“...al principio de la Revolución la contrarrevolución adoptaba abiertamente las formas ideológicas burguesas: sencillamente combatían al socialismo,... desde posiciones antisocialistas,... desde posiciones burguesas. Pero las ideas liberales y burguesas han quedado desprestigiadas que ya ningún contrarrevolucionario usa los argumentos del liberalismo, de la burguesía para combatir ideológicamente la Revolución, sino la modalidad es combatir a la Revolución desde posiciones comunistas,... desde posiciones de izquierda.” ⁷

Fidel Castro también aquilató cada una de las administraciones estadounidenses y sus posiciones respecto a Cuba. Con independencia de si son demócratas o republicanos, emplean los mismos argumentos para respaldar sus respectivas políticas y posiciones. ⁸ Le atribuyen a la Revolución Cubana un carácter antidemocrático y carente de respeto a la libertad y los derechos humanos. Estas han sido constantes en sus retoricas y son los mismos argumentos que han utilizado y siguen esgrimiendo hoy, para justificar sus crímenes contra Cuba.

Nota:

* Doctor en ciencias filosóficas, profesor e investigador titular. Investigador del Instituto de Filosofía.