La primera guerra imperialista

20 de Abril de 2022

Los estadounidenses —hacia finales del siglo XIX y principios del XX— inauguraron en Cuba dos fenómenos desconocidos por la humanidad hasta ese entonces: las guerras imperialistas y el neocolonialismo. Este duró cerca de 60 años hasta que en 1959 "llegó el Comandante y mandó a parar".

 

En su obra El imperialismo, fase superior del capitalismo; Lenin califica la Guerra Hispano Cubano Estadounidense como la primera guerra imperialista de la historia. Aunque él le llama "hispano-americana". No se debe olvidar que para los naturales de los Estados Unidos su país se llama América y su gentilicio es american; o sea, americano (a).

 

La visión leninista es la de dos potencias enfrentadas por un tercer territorio. Los cubanos, por una cuestión de justicia histórica, debemos llamarla: Guerra Hispano Cubano Estadounidense, en el caso de su ocurrencia en el teatro de operaciones militares cubano. El 25 de abril de 1898 se produjo la intromisión de los EE.UU. en la guerra que se desarrollaba entre España y los patriotas cubanos. Conocida como Guerra del '95 o Guerra Necesaria. Aunque la declaración de guerra se había producido desde el 21 de abril. Las guerras imperialistas tienen causas y tienen pretextos. Las causas siempre serán económicas. El pretexto de la Guerra Hispano Cubano Estadounidense fue la voladura del buque acorazado Maine en la bahía de La Habana el 15 de febrero de 1898.

 

El teatro de operaciones en el que se produjo fue, fundamentalmente, el sur oriental cubano. Desde la bahía santiaguera hasta la de Guantánamo, en el mar y en tierra firme. Aunque también hubo acciones en el norte de Matanzas y en Manzanillo. En ambos lugares se produjeron cañoneos por parte de la armada de los EE.UU., como también ocurrió contra Cabañas, en el actual municipio de Mariel en Artemisa y; en Cienfuegos.

 

La confrontación armada —no obstante— tuvo manifestaciones (y consecuencias) lejos y hasta muy lejos de las costas de Cuba. Es esta otra de las causas por la que Lenin la nombra "hispano-americana". Hubo guerra en Puerto Rico, Filipinas y en el archipiélago de Las Marianas; territorios bajo el dominio de España.

 

Esta guerra duró hasta el 12 de agosto de 1898 (3 meses y 17 días). Para los cubanos, la guerra, aun bajo la intervención militar estadounidense, fue de liberación nacional. Solo por esta razón se les brindó ayuda a los norteños. El Ejército Libertador y el de los Estados Unidos quedaron aliados por las operaciones militares contra un enemigo común: el Ejército de Operaciones en Cuba (España), pero estaban distanciados por las contradicciones políticas y la actitud despreciativa de los jefes militares estadounidenses.

 

Sin embargo, lo que se puede afirmar es que si la guerra se hubiera demorado más tiempo como un conflicto hispano-cubano, —muy probablemente— la victoria final hubiera sido del mambisado. Bajo el poder español estaban solo las ciudades del Oriente y del Centro del país; la capital era un objetivo priorizado desde el 1896, y estaba en la mira de las tropas mambisas. Sin embargo, es lógico pensar que al ser el campo de los cubanos, los españoles se habían encerrado en las ciudades fortificadas y tenían las comunicaciones terrestres con el exterior, casi cortadas. Por lo que sí se cree que la victoria hubiera sido del Ejército Libertador. Además, los autores se apoyan en la conclusión del coronel Nikolai Sergueevich Ermalov:

"Desde el punto de vista militar, esta fue una guerra del desorden contra el desorden... Los estadounidenses no la ganaron, solo que no la perdieron.Y los españoles no la perdieron... solo que no la ganaron..."

 

Según el general Arsenio Linares y Pombo, responsable de la defensa de Santiago de Cuba: "Sin la cooperación de los cubanos, los yanquis no hubieran podido desembarcar. La ayuda de los insurrectos fue poderosa. Prueba de ello es que los estadounidenses desembarcaron sólo donde la insurrección era más fuerte. "Se debe recordar lo que ya había dicho el Generalísimo Máximo Gómez: "España no está en condiciones de enviar al sustituto de Weyler, 200 000 hombres más y 100 millones de pesos oro para prolongar la guerra otros dos años y los cubanos pueden resistir todo el tiempo que quieran. Nosotros tenemos el tiempo por nuestro. A España le toca apagar la hoguera."

 

Sobresalen en esta guerra la cooperación establecida entre el Ejército Libertador y los estadounidenses, para las operaciones terrestres. Los cubanos tenían experiencias combativas de treinta años, eran conocedores del carácter de las acciones del ejército español y del teatro de operaciones militares. Además, se trataba de sitiar y tomar la ciudad de Santiago de Cuba. Al frente del Ejército Libertador, en la región oriental se encontraba su lugarteniente general, el mayor general Calixto Ramón García Íñiguez, considerado por muchos como el mejor poliorceta* de nuestras guerras de independencia.

 

En el libro Historia militar de Cuba se asegura que: "La Guerra de 1898 fue tanto producto de la rapacidad imperialista norteamericana como de la torpeza y tozudez política española." Lo que se complementa con lo expresado por Fidel en el Informe Central al 1er Congreso del Partido, en 1975: "España estaba exhausta, sin recursos ni energía para continuar la guerra. El Ejército español ya solo controlaba las grandes plazas. Los revolucionarios controlaban todo el campo y las comunicaciones interiores. Muchos prestigiosos generales españoles habían sido derrotados a lo largo de la contienda. Es entonces cuando se produce la intervención militar norteamericana... Ya José Martí había alertado: "En el fiel de América están las Antillas, que serían, si esclavas, mero pontón de una república imperial contra el mundo celoso y superior que se prepara ya a negarle el poder, —mero fortín de la Roma americana..."

 

El colofón de la Guerra Hispano Cubano Estadounidense fue el Tratado de París: convenio o tratado de paz bilateral entre los Gobiernos de Estados Unidos y España, firmado en la capital francesa el 10 de diciembre de 1898. El Tratado de París echaba por tierra el esfuerzo del pueblo cubano durante 30 años de guerra que llevó aparejada la pérdida de numerosas vidas humanas y la destrucción de gran parte de sus riquezas materiales. Mediante este Tratado, España renunció a sus derechos de soberanía y propiedad sobre Cuba, la que quedaría bajo la dominación de Estados Unidos. Cedió la isla de Puerto Rico y las demás que estaban bajo su soberanía en las Indias Occidentales, así como la Isla de Guam en el Archipiélago de las Marianas o Ladrones y además vendió las Islas Filipinas. Hoy en este país EE.UU. mantiene 46 bases militares; 18 en Puerto Rico y la más moderna del mundo en Guam.

 

Referencias:

 

*Poliorceta: persona experta en el sitio y en la defensa de zonas urbanas.

Fuentes consultadas:

  • Colectivo de Autores: Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Primera parte. Tomos I, II y III. Ediciones Verde Olivo. La Habana, 2001.
  • Colectivo de Autores: Historia Militar de Cuba. Primera parte. Tomos IV. Ediciones Verde Olivo. La Habana, 2010.
  • PCC: Informe Central al 1er Congreso. Editora Política. La Habana, 1982.
  • Lenin, Vladimir I. [1916]: El imperialismo, fase superior del capitalismo. Moscú: Editorial Mir, traducido al español, 1978.

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