La subversión contra Cuba, ¿verdaderamente en riesgo? (I)

21 de Abril de 2025

Durante décadas, la USAID ha financiado planes desestabilizadores contra nuestro país.

 

   

Las noticias desde Estados Unidos comenzaron a circular con rapidez después que Donald Trump asumió por segunda vez la presidencia, el 20 de enero pasado. Ese día firmó decenas de decretos presidenciales. Lo hizo para perdonar a los violentos que cumplían condenas porque, instigados por él mismo, habían asaltado en enero de 2017 el Capitolio de Washington en represalia por el supuesto fraude electoral de 2016 que le había arrebatado su anhelado mandato.

 

También declaró una emergencia nacional en la frontera sur que le permitió movilizar y desplegar hacia esa región una cifra que hoy ronda los 10 mil soldados, así como cuantiosos recursos materiales; ordenó deportar a los inmigrantes ilegales que habían «invadido» el país y enviar a los «más violentos» a la ilegal Base Naval de Guantánamo; se retiró de la Organización Mundial de la Salud y de acuerdos medioambientales. En fin, comenzó a hacer realidad parte de sus promesas electorales.

 

Llamó la atención que el presidente decidiera suspender por 90 días toda la ayuda al exterior, mayormente canalizada a través de la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional, USAID. La idea es revisar los fondos multimillonarios que se destinan a esa agencia y que, en muchos casos, según Trump, no responden a los intereses y valores de los estadounidenses.

 

En un extraño o dudoso arrebato de honestidad, se admite que ese dinero sirve para desestabilizar la paz, al promover ideas en otros países que van directamente en contra de las relaciones armoniosas y estables dentro de los países y entre ellos. En esos 90 días, las agencias y departamentos que gestionan fondos y programas de ayuda al exterior deberán asegurarse de que estos respondan a la política exterior de su Administración «EE.UU. primero». Como dice un amigo, ya se sabe lo que hay que hacer, pero nadie ha explicado cómo.

 

Durante décadas, la USAID ha financiado campañas subversivas y desestabilizadoras en todo el mundo y Cuba ha sido blanco de programas que, como dijo Trump, solo tienen estos fines; buscan quebrar la armonía y la estabilidad de un país, cuando no responde a los intereses norteamericanos.

 

Para estar a tono con un tema de moda en la actualidad, retomamos el escándalo de la red social Zunzuneo, patrocinada por la USAID, y que entre 2010 y 2012 tuvo como objetivo socavar nuestro proyecto social y propiciar una «Primavera cubana», en alusión a la por entonces famosa Primavera Árabe.

 

Los «periodistas independientes» y organizaciones contrarrevolucionarias dentro y fuera de Cuba, viven también de esos fondos y mostraron de inmediato su incredulidad ante la decisión de Trump; se sienten traicionados esos tontos útiles, no se percatan que son material desechable, objetos que el imperio utiliza y luego desecha o recicla, según convenga.

  • Zunzuneo, una de los proyectos subversivos de la USAID contra la mayor de las Antillas.

Comentarios

En este sitio no se admiten comentarios que violen, incumplan o inciten a romper legislaciones cubanas vigentes o atenten y dañen el prestigio de alguna personalidad o institución, así como tampoco aquellos que contengan frases obsenas, groseras o vulgares. Verde Olivo se reserva el derecho de no publicar los comentarios que incumplan con las normas antes expuestas.

To prevent automated spam submissions leave this field empty.
CAPTCHA
Esta pregunta es para probar si usted es o no una persona real e impedir el envío automatizado de mensajes basura.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres que se muestran en la imágen.