La victoria de Cabinda y de África

10 de Noviembre de 2022

Parte del botín de guerra capturado a los invasores. Foto: Archivo de la Casa Editorial Verde Olivo

El territorio de Cabinda perteneciente a Angola guarda importantes riquezas petrolíferas y de diamantes bajo su suelo selvático y el fondo marino. Además, su geografía estratégica la hace ambicionada por muchos pues se encuentra enclavada entre dos colonias congolesas, una de Francia y la otra del rey de Bélgica.

 

Entre octubre y noviembre de 1975, en esta provincia se enfrentaron las tropas internacionalistas cubanas y las Fuerzas Armadas Populares de Liberación de Angola (FAPLA) contra el ejército de Zaire. Una contienda bélica en la que se demostró el heroísmo de angolanos y cubanos.

 

Antecedentes

 

Entre los días 14 y 23 de octubre, una agrupación conformada por tres batallones de infantería zairense con unos 1200 hombres, 2000 angolanos del disidente Frente Nacional para la Liberación de Angola (FNLA) y 120 mercenarios en vehículos blindados, tenían como objetivo invadir a Luanda, la capital angolana, por el norte y el sur de su territorio.

 

Parte de estas tropas y armamento, según expresó el líder de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz el 27 de marzo de 1977, las sufragó “[…] el imperialismo yanqui, quien había enviado decenas de millones de dólares en armas a los traidores y fantoches de la UNITA* y del FNLA”.

 

Entonces, a solicitud del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), a mediados de octubre llegaron a este país africano “armas y oficiales de nuestras fuerzas armadas para entrenar a los combatientes angolanos”, continuó el Comandante en Jefe.

 

Después, entre el 2 y 3 de noviembre en el poblado de Benguela alumnos de un centro de instrucción militar junto a un grupo de instructores cubanos, enfrentaron a las tropas mecanizadas de los racistas sudafricanos. Ahí murieron los primeros hijos de la Mayor de las Antillas junto a sus discípulos.

 

Ante la compleja situación el presidente Agostinho Neto y el MPLA solicitaron el apoyo directo de Cuba para afrontar a los interventores, a los títeres del imperialismo y a las tropas regulares de Zaire.

 

Tras la aprobación, el día 5 de noviembre de 1975 el Partido Comunista de Cuba informó sobre la determinación de apoyar con tropas y medios de combate al hermano pueblo angolano, comunicación que inició la operación Carlota.

 

Según relata el General de Ejército Raúl Castro en el prólogo al libro La batalla de Cabinda del general de cuerpo de ejército Ramón Espinosa, en ese momento se expresó la necesidad de enviar un contingente de unos cuatrocientos ochenta instructores para crear centros de entrenamiento y formar cuarenta unidades, distribuidas en batallones de infantería y baterías de artillerías, a las cuales las fuerzas armadas cubanas les suministrarían todo el armamento y los insumos que requiriesen.

 

En aquellos días, Fidel especificó la situación difícil que se enfrentaban: “Los racistas sudafricanos avanzaban por el sur, los mercenarios y las tropas de Zaire se encontraban a 25 kilómetros de Luanda, y las tropas mercenarias apoyadas por el ejército regular de Zaire se preparaban para atacar Cabinda”.

 

Tierra anhelada

 

El objetivo deseado por el dictador zairense Mobuto Sese Seko, requirió que hacia allí destinara dos batallones apoyados por unos 150 mercenarios junto a unidades del Frente para la Liberación del Enclave de Cabinda (FLEC) que entrenaba en su territorio.

 

Ante la situación de la zona, especificó el General de Ejército en el texto, que Fidel indicó una atención especial, lo cual explica “el número de instructores enviados a la provincia, casi la mitad del total, y el refuerzo en artillería de diverso tipo”, aseguró.

 

El 8 de noviembre comenzaron los ataques en dirección a Chimbuande y Chingundo al este de la cabecera provincial, pero las tropas conjuntas de la FAPLA y de Cuba derrotaron una y otra vez el avance enemigo.

 

Durante tres días completos muchos combatientes tuvieron que combatir desde sus trincheras, casi sin comer ni beber agua y bajo el asedio constante del enemigo. Entonces, hicieron suyos los secretos de la selva de Mayombe, vieron los árboles centenarios destruidos por el ímpetu de las piezas de artillería “cuatro bocas”, la tierra roída por obuses y lanzacohetes y a los hombres desgastarse en el enfrentamiento.

 

El adversario, por su parte, sufrió alrededor de 1600 bajas en solo 90 horas, lo cual representó la derrota de los separatistas del FLEC y en especial del ejército invasor de Zaire.

 

“El 11 de noviembre, cuando todavía en Luanda se escuchaba el tronar de la artillería, el compañero Agostinho Neto, después de tantos sacrificios y de tanta lucha, pudo, proclamar al fin la independencia de Angola”, resaltó Fidel aquel 27 de marzo de 1977, cuando homenajeó también el valor de los héroes que se batieron en Cabinda.

 

Los aproximadamente mil soldados de las FAPLA, 191 asesores y 40 artilleros cubanos, todos bajo el mando del entonces comandante Ramón Espinosa Martín vencieron a las fuerzas invasoras y dieron fin a la batalla el día 12. La defensa de este valioso territorio constituyó una advertencia decisiva para los anhelos anexionistas de otros estados sobre los pueblos de África.

 

Sobre la significación de este triunfo el General de Ejército Raúl Castro expresó: “La previsión, la consecuente preparación, el heroísmo en las acciones bélicas y la acertada dirección de la batalla de Cabinda condujeron a la histórica victoria. Con ella, se hizo realidad la consigna patriótica del MPLA: De Cabinda a Cunene, un solo pueblo, una sola nación”.

 

  • La victoria de Cabinda permitió que la bandera del Movimiento Popular de Liberación de Angola ondeara siempre libre. Foto: Archivo de la Casa Editorial Verde Olivo

  • Iglesia donde radicó el puesto de mando del entonces comandante Ramón Espinosa Martín. Foto: Archivo de la Casa Editorial Verde Olivo

  • En los Centros de Instrucción Revolucionaria cubanos y angolanos perfeccionaron sus saberes. Foto: Archivo de la Casa Editorial Verde Olivo

  • A pesar de la superioridad en medios y tropas, la invasión fue derrotada. Foto: Archivo de la Casa Editorial Verde Olivo

Comentarios

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