El municipio Tercer Frente está en el corazón de la Sierra Maestra, a unos cien kilómetros de la urbe. Salir de la ciudad de Santiago de Cuba y alejarse de sus autos, motoristas y transeúntes es comenzar a vivir la verdadera imagen del Oriente cubano.

Antes del triunfo revolucionario este poblado, ubicado en la ladera norte, no era más que un montón de tierra y fango perdido entre las lomas. Las familias que allí vivían no imaginaron que con la presencia de la columna No. 3, bajo el liderazgo del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, se revertiría la situación de las comunidades serranas.

Después del 1 de enero de 1959, Almeida partió para La Habana, pero aquel asentamiento de haitianos llamado La Lata siempre supo que volvería. Él regresó incontables veces y allí se quedó, pues eligió el Mausoleo de los Héroes y Mártires del Tercer Frente Mario Muñoz Monroy para descansar eternamente.

Raíces rebeldes

En esta región no hubo asentamientos de grupos aborígenes debido a su situación geográfica y las características de los ríos y el relieve, de modo que los primeros pobladores resultaron ser negros esclavos que escapaban de las plantaciones cañeras y cafetaleras.

Una vez refugiados en estos parajes los cimarrones se convirtieron en fuerza de trabajo para las zafras y cosechas. A ellos se sumaron otras personas que huían de la represión española y dueños de tierras dedicadas al cultivo del café, renglón económico de mayor importancia del territorio.

Muchos años después, en 1952, existían numerosos asentamientos definidos con varios comercios, aunque los niveles de pobreza y exclusión eran visibles. Fue en el primer semestre de 1957 cuando se organizó en el área un núcleo del Movimiento 26 de Julio que accionaba en Contramaestre, con el fin de distribuir propaganda en varios poblados y vender bonos para recaudar fondos destinados al Ejército Rebelde.

En 1958 iniciaron las incursiones de grupos insurrectos en el territorio y, el 27 de febrero de ese año, los comandantes Raúl Castro Ruz y Juan Almeida Bosque reciben la misión de constituir los Segundo y Tercer Frentes Orientales. Este último abarcaría seis mil kilómetros cuadrados de extensión.

El municipio adquirió su actual nombre con la división político-administrativa del año 1976 y cuenta con ocho consejos populares y un conjunto de instituciones económicas, políticas, sociales y culturales.

Convertido en mausoleo

En 1983 se construyó en La Esperanza un monumento para perpetuar el honor a las acciones libertarias de los guerrilleros y rememorar aquellos días de lucha. En ocasión al Aniversario 40 de fundado y después de una remodelación adquirió oficialmente el nombre de Mausoleo a los Héroes y Mártires del Tercer Frente Oriental Mario Muñoz Monroy. Uno de sus principales objetivos era el de atesorar los restos de los combatientes de esa zona guerrillera.

Entre sus componentes destaca una escultura con las características propias de las huestes rebeldes, como su vestimenta, la forma de enfrentar al enemigo, la solidaridad y el cuidado de la retaguardia. En la obra resalta la presencia de la bandera del 26 de julio, puesto que fue en este lugar donde ondeó por primera vez. También se levantan dos conjuntos de palmas en representación del Comandante Almeida y los integrantes de su guerrilla, así como la imprescindible llama eterna, símbolo del ejemplo de estos combatientes y sus ideales.

Frente al monumento, con vista hacia el poblado, se observa la punta de una estrella hecha con plantas de alcalifa rojas, simbolizando la sangre derramada en acciones combativas.

El lugar atesora más de 200 nichos y una bóveda superior, donde descansa eternamente el Comandante Juan Almeida Bosque desde el 15 de septiembre de 2009. De igual forma descansan en ese mausoleo los restos de las víctimas del sabotaje al avión de Cubana de Aviación en Barbados pertenecientes a la localidad.

Como el propio Almeida expresara en una ocasión: «El Tercer Frente cumplió con honor la misión que le designó el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y fue uno de los pilares de la victoria definitiva del pueblo cubano».

Adquiere un simbolismo adicional que esta tierra sagrada, donde reposan los restos de combatientes del Ejército Rebelde, sea la misma en la que cayó el Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes.

Como todos los cubanos los santiagueros multiplican el tributo de agradecimiento y respeto, desde el Mausoleo a los Héroes y Mártires del Tercer Frente, en especial a su jefe fundador, y a los que aún están físicamente.