El 4 de agosto de 1961, con la firma de la Ley de Asistencia al Exterior, el gobierno de los Estados Unidos (EE. UU. ) impuso un bloqueo parcial para doblegar a los cubanos. El nuevo instrumento jurídico, rectoraría los mecanismos político-administrativos para la aprobación de programas y asignación de recursos financieros dirigidos a los objetivos de política exterior del gobierno norteamericano.

De esta manera, el entonces presidente norteamericano John F. Kennedy, cumpliendo el mandato que le había encomendado el Congreso de su país, dio a conocer la primera ley federal de alcance general aplicada contra la Mayor de las Antillas.

Hasta ese momento, Washington ya aplicaba sanciones contra la Isla como: la supresión de la cuota azucarera, principal y casi el único soporte de la economía y finanzas de nuestra nación; y el no suministro y refinación de petróleo por parte de las empresas estadounidenses que monopolizaban la actividad energética.

Advenimientos imperialistas

La reciente legislación tenía dos disposiciones generales aplicables a Cuba. Una, establecía la suspensión de toda asistencia al gobierno de cualquier país que hubiera expropiado a ciudadanos de EE. UU. y no llevara a cabo acciones compensatorias de forma rápida y equitativa, en correspondencia con las normas de derecho internacional. Asimismo, se instituyó que, solo se brindaría apoyo o beneficios al gobierno cubano si este, devolvía a los ciudadanos y entidades estadounidenses no menos del 50% de las propiedades nacionalizadas a partir del 1ro de enero de 1959 o presentase una compensación equitativa.

La otra instituía que no se brindara ayuda a ningún estado comunista como la República Democrática de Corea, la República Popular China, la República Socialista de Vietnam, el Tíbet y la República de Cuba.

A partir de ese momento, y para hacer más eficaz la política formulada contra la tierra caribeña, el presidente Kennedy quedó autorizado a establecer y mantener un “embargo” total del comercio entre ambos países.

También estipuló que los fondos destinados a la ayuda internacional entregados a los organismos internacionales, no podrían ser utilizados para programas con Cuba.

Por último, se prohibió cualquier asistencia a países que hubieran roto relaciones diplomáticas con EE. UU., y el nuestro lo había hecho el 3 de enero de 1961.

Respuesta en el tiempo

Este texto injusto y cruel, hizo que los cubanos comenzáramos a resistir creativa y firmemente los embates del peor de los cercos económicos, que comenzó a asfixiar a la nación.

Como si fuera poco, basándose en esta ley, el mismo presidente Kennedy, declaró oficialmente el bloqueo total contra Cuba, el 7 de febrero de 1962, mediante la Proclama Presidencial 3447.

Estas disposiciones legales, son consideradas por muchos especialistas anacrónicas e insuficientes, sin embargo, mantienen fuerza legal como uno de los pilares jurídicos del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra la Isla.

A pesar de sus efectos, el pueblo cubano ha vencido las adversidades, sin perder la esperanza ni la solidaridad, esas que nuestro gran líder, el Comandante en Jefe Fidel Castro, junto a otros dirigentes, nos enseñaron a mantener ante las dificultades.

La preocupación por la salud, la formación educativa, el desarrollo de proyectos culturales, deportivos y científicos; y sobre todo, la contribución de médicos y educadores a los rincones más lejanos del mundo, han ratificado la esencia humanista de la Revolución.

Contrario a lo que se pretende mostrar desde Washington, el bloqueo hacia Cuba es el sistema de sanciones unilaterales más injusto, severo y prolongado que se ha aplicado contra nación alguna, al perseguir el aislamiento, la asfixia y la inmovilidad de la nación, con el siniestro propósito de ahogar al pueblo y llevarlo a claudicar de su decisión de ser independiente.

Mas los cubanos reiteramos que jamás haremos concesiones relacionadas con nuestros principios de soberanía, a pesar de las leyes abusivas, porque este pueblo digno, hace seis décadas venció a esa absurda legislación de Washington.