El 11 de marzo de 1958 se cumplió un objetivo anhelado por el Comandante en Jefe Fidel Castro cuando un pequeño grupo de guerrilleros integrantes de la columna 6 Frank País, fundaron el Segundo Frente Oriental –bajo el mismo nombre- como homenaje al héroe de la lucha clandestina caído en Santiago de Cuba el 30 de julio de 1957.

Al mando de la nueva agrupación se encontraba el recién ascendido a comandante Raúl Castro Ruz, quien había salido de la Sierra Maestra al frente de 67 combatientes con el fin de extender la lucha revolucionaria hacia otras zonas.

Piloto del Medio fue el lugar escogido para la constitución del novicio campamento. Este territorio pertenece a la cadena montañosa Sierra Cristal. Abarcaba unos doce mil kilómetros cuadrados donde se encontraban los entonces municipios Mayarí, Sagua de Tánamo, Baracoa, Guantánamo, Yateras, Alto Songo y San Luis, y abrigaba aproximadamente a medio millón de habitantes.

Crecimiento rebelde

El desarrollo diario, la experiencia serrana y los encontronazos con el ejército batistiano, permitieron a Raúl depurar a los integrantes del Segundo Frente e incorporar nuevos miembros, pertenecientes a los alzados que operaban en la zona y a la columna 9 José Tey, dirigida por el entonces comandante Belarmino Castilla Mas. Por ese tiempo también fueron constituidos los Comités Campesinos, los cuales se convirtieron en un apoyo imprescindible para el Ejército Rebelde.

A partir de ese instante, comenzaron a escucharse las historias impresionantes de los combates y victorias de “la gente de Raúl”, entre las que se encuentran la toma del aeropuerto de Moa, el ataque a los cuarteles de Imías, Jamaica, el central Soledad, Caimanera, así como la toma de su puesto naval y los combates de Bayate, La Lima, Limonar, Ocujal, Cupeyal, Marcos Sánchez…

Incluso protagonizaron una Operación Antiaérea en respuesta al bombardeo despiadado sobre caseríos y poblados serranos, cuyas víctimas principales fueron mujeres y niños indefensos. La maniobra consistió en apresar a 49 hombres norteamericanos, incluyendo 29 marines y conducirlos a las zonas hostigadas para que conocieran la barbarie de la aviación, y al mismo tiempo, impedir con su presencia la prolongación de los ataques.

Durante el transcurso de la contienda, también se perfeccionó la organización del frente, el cual tuvo una comandancia central con sus departamentos de Guerra (Fuerzas Terrestres y Fuerza Aérea Rebelde), Justicia, Sanidad, Propaganda, Educación, Finanzas y Construcción y Comunicaciones. Además, crearon la Escuela Política José Martí, el Buró Agrario y el Buró Obrero.

En su territorio, además, según el libro Contra todo obstáculo, durante la conflagración fueron construidos y funcionaron unos 20 hospitales, más de 400 escuelas que atendían a la población de los alrededores y se construyeron cientos de kilómetros de caminos y líneas telefónicas.

Una muestra de su fortaleza e inserción en la zona, fue la celebración del Congreso Campesino en Armas, el 21 de septiembre de 1958 y del Congreso Obrero en Armas, el 8 de diciembre del mismo año, en los cuales ambos sectores manifestaron su apoyo incondicional al Ejército Rebelde.

Tras el inicio de la Ofensiva Rebelde en noviembre de 1958, las tropas comandadas por Raúl tuvieron un desempeño protagónico al sitiar y ocupar los cuarteles de los contornos de Cueto, Mayarí, San Luis y Guantánamo, cumpliendo efectivamente la orden del Comandante en Jefe Fidel Castro.

Poco a poco el territorio liberado se amplió a través de las prácticas cada vez más trascendentes de los combatientes hasta lograr que a finales de diciembre de 1958 no existieran unidades hostiles en su zona de operaciones. La pericia, estudios constantes y perfeccionamiento, les permitió multiplicar por 23 cada arma con la que inauguraron su territorio y contar hasta con una Fuerza Aérea Rebelde que llegó a poseer 13 naves.

La fe inconmovible en la victoria, le permitió a los combatientes, oficiales y jefes, forjar nuevas realidades al convertir en acción y victoria los más justos y dignos principio y  tras el triunfo de la Revolución en enero de 1959, retomaron, en sus nuevos puestos, las estructuras y  métodos de dirección desarrollados en Sierra Cristal.

En una frase, el Comandante en Jefe Fidel Castro plasmó toda la dimensión histórica de esta fuerza rebelde: “El Segundo Frente Oriental Frank País fue modelo de organización y eficiencia y jugó un papel de extraordinaria importancia en nuestra guerra”.