De Oriente a Occidente
La Invasión a Occidente, considerada por los expertos como la más extraordinaria hazaña político-militar llevada a cabo durante nuestras guerras independentistas en el siglo XIX, tuvo su comienzo el 22 de octubre de 1895. La contienda, que llevaría la Guerra Necesariaa toda la Isla, partió desde los gloriosos Mangos de Baraguá, liderada por el Mayor General Antonio Maceo Grajales.
El ejército invasor estaba conformado por 890 mambises de la caballería y 350 de infantería, mientras que los restantes eran del Estado Mayor y la escolta. Para el momento, España contaba con más de 250 mil soldados y una correlación de fuerzas de 50 colonialistas por cada cubano.
Apenas 18 días después de su partida arribó Maceo a territorio camagüeyano, dentro del cual atravesó, sin una sola baja, la peligrosa trocha de Júcaro a Morón, acción combativa calificada como una verdadera proeza ya que se encontraba fuertemente fortificada y custodiada por los soldados enemigos. Allí se reunió con el General en Jefe Máximo Gómez para puntualizar la estrategia y seguir con la misión.
En tierras villareñas libraron juntos las acciones de La Reforma, Iguará, Los Indios, Casa de Tejas, Manacal, Manicaragua, El Quirro, Siguanea y el histórico combate de Mal Tiempo, una de las más importantes de las fuerzas insurrectas durante la guerra de independencia contra el colonialismo español.
Al adentrarse en territorio matancero se produjo el combate de Calimete y el 1 de enero de 1896 los mambises ya estaban en La Habana. Ambos jefes deciden que Maceo continúe su avance hacia Pinar del Río para culminar la invasión, y que Gómez permanezca en la capital para llevar a cabo su campaña militar conocida como La Lanzadera.Seis días después penetran las fuerzas mambisas en tierra vueltabajera, donde se llevan a cabo combates en Cabañas, San Diego, Bahía Honda, La Mulata, Viñales, Las Taironas y Tirado. Mantua les da la bienvenida el 22 de enero y así dan por concluido el avance de la invasión.
Esta brillante acción, síntesis y consolidación del arte militar cubano, implicó 92 díasdurante los cuales los libertadores recorrieron cerca de 1 800 kilómetros, sostuvieron 27 combates, ocuparon 22 poblaciones importantes y arrebataron al enemigo abundante equipo militar. La magnitud de la hazaña se hace más evidente al considerar que la fuerza invasora nunca sobrepasó la cifra de 4 500 efectivos, mientras las tropas del ejército colonial español, desplegadas en su frente, sumaron cerca de 200 000 soldados regulares y paramilitares.
El mundo entero quedó impresionado por la gesta. El periódico norteamericano TheSun comentó: “La habilidad de la estrategia del jefe revolucionario jamás ha sido sobrepasada en una guerra [...] se acerca más a los prodigios de la leyenda que a los anales auténticos de nuestro tiempo. Gómez ha desplegado en toda esta campaña admirable genio militar”. Y el general estadounidense Sickles, veterano de la Guerra de Secesión, la enjuició así: “La marcha de Gómez, desde el punto de vista militar, es tan notable como la de Sherman [...] debemos poner a Gómez y a Maceo en la primera fila de la capacidad militar”.
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