Ana Aguado Andreu: un canto para la Patria
Mujer con voz excepcional para el canto lírico, reconocida dentro y fuera del país, Ana Aguado también era una patriota singular, y nuestro Héroe Nacional la honró invitándola a una importante actividad en el Hardman Hall de Nueva York.
Para disponerse a morir es necesario oír antes la voz de una mujer.
Ana Aguado —conocida como La Calandria— se destacó por organizar veladas que tenían el propósito de reunir al movimiento en favor de la causa independentista cubana. Fue de las féminas que desde el exilio ayudaron a la organización de la guerra contra España.
Constituyó un verdadero honor y reconocimiento para la cienfueguera, que el Héroe Nacional la invitara a una actividad festiva en la que él mismo hablaría: en el Hardman Hall de Nueva York en 1890. A continuación, le ofrecemos la nota enviada por Martí a la patriota:
«New York, junio 7, 1890
Sra. Ana Aguado de Tomás Distinguida señora y amiga:
Aprovecho con gusto la ocasión de comunicarle que la Comisión de la fiesta del Club, le remite aparte siete papeletas, para darle muestra anticipada de agradecimiento fraternal con que mis compañeros y yo estimamos la benevolencia con que se presta Ud. a ayudar, con la fama de su nombre y el encanto de su voz, a la fiesta en que va a ser Ud. el principal ornamento. Los tiempos turbios de nuestra tierra necesitan de estos consuelos. Para disponerse a morir es necesario oír antes la voz de una mujer. Lo muy atareado de mi vida y el temor de parecerle intruso, ha sido causa de que no fuese en persona, como me manda mi sincero afecto, a agradecer a Ud. y a su esposo el servicio que nos presta, y es a mis ojos mucho mayor por lo espontáneo.
Pero tendré a la primera ocasión especial placer en estrechar la mano del Sr. Tomás, y ponerme a los pies de nuestra noble admirada artista.
De Ud. afmo; respetuoso servidor».
José Martí (*)
Una patriota con voz excepcional
En 1868 —algunos historiadores señalan el año 1866—nació en la ciudad de Cienfuegos, Ana Carlota de la Cruz Aguado y Andreu y desde los 7 años comenzó su formación como músico. A los 12 años, de conjunto con su familia se trasladan a España. Su formación continuó allícon diferentes maestros que la dotaron de conocimientos de canto y piano.
Con esa edad conoció al maestro Emilio Agramonte que marcaría su vida, no solo por su conocimiento, sino también por sus ideas en favor de su Patria. En la península culminó su formación y se consagró como una de las mejores sopranos, obteniendo un contrato como profesional en el exclusivo Liceo Brigantino, de la Coruña, en 1883.
Dos años después regresa a su natal Cienfuegos y participa en diferentes tertulias y conciertos que la consagran como una de las mejores voces de Cuba. Compartió escenarios con lo mejor que brillaba en calidad musical, como Tomás D´ Clouet (Compositor, director de orquesta y pianista cubano),el pianista Lico Jiménez y el flautista Guillermo M. Tomás, entre otros. Este último se convirtió en su esposo años después.
Guillermo le propone a Ana marchar hacia los Estados Unidos, por la convulsa situación que vivía el país. Ella acepta y el 19 de mayo de 1890 ocurría la unión matrimonial de ambos en Brooklyn, Nueva York Desde entonces se incorporaron al movimiento de emigrados revolucionarios presidido por Emilio Agramonte. Participaron en innumerables conciertos con fines recaudatorios bajo los auspicios de los clubes revolucionarios cubanos, entre ellos el Club Los Independientes.
En este sentido, se destaca la actuación del 16 de junio de 1890 en el Hardman Hall, cuya organización estuvo a cargo de José Martí. En el programa del concierto se interpretaron obras de compositores cubanos como, «Vals» y «Stella d´Amore» de Laureano Fuentes Matons, y «El Arpa» de José Manuel (Lico).
Otra interpretación magistral de Ana es la que tiene lugar el 12 de diciembre de 1896, organizada por la Sociedad de Literatura Hispanoamericana, en The Berkeley Lyceum, con una orquesta de cámara.
Luego de una larga estancia del matrimonio de Ana y Guillermo en tierra norteamericana, deciden regresar a la patria para continuar, ahora desde su país y siempre desde la música, la lucha por la independencia. Para esa época Ana comenzaba a sentir un desgaste en sus cuerdas vocales debido a las constantes giras y conciertos, con el fin de obtener la mayor cantidad de fondos para la causa independentista.
Con solo 55 años de edad, Ana Aguado fallece en la madrugada del 6 de mayo de 1921. La vida de la notable cienfueguera, aunque corta fue muy intensa. Su excepcional voz la hizo triunfar no solo en Cuba sino también en los más aristocráticos escenarios de España y Estados Unidos. Su devoción junto a su esposo por la ansiada libertad de Cuba, la elevó como artista y cubana.
Notas: (*)havanamusichool.com 3 oct 2022.
Fuentes consultadas
Havanamusichool.com, 3 oct 2022.
AlegnaJacomino Ruiz. la jiribilla.cu, 7/9/21.
ECURED
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