El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz llamó muchas veces a la cultura: “escudo y espada de la Nación”, porque ella resguarda nuestra identidad y defiende la verdad de Cuba en cualquier sitio, frente a las influencias desintegradoras.

Además la asoció a valores, conducta, ética, calidad de vida, al mejoramiento humano del que habló José Martí muchos años antes, y valoró que la cultura es el instrumento imprescindible para emancipar a los seres humanos, pues como afirmaba don Fernando Ortiz: “la cultura es la Patria”.

Fidel nos enseñó lo importante de esos conocimientos para defender la libertad, la historia  y deshacer las manipulaciones, pues como dijo en la Universidad Central de Venezuela: “Una revolución solo puede ser hija de la cultura y de las ideas”.

De ahí el valor de nuestra transformación educacional y cultural iniciada en 1961, la bases sólidas en los profundos cambios económicos, sociales y políticos nacidos en enero de 1959.

Por esta razón, la unidad nacional, la autonomía de creación y el diálogo, protegen al proceso revolucionario que tanto ha defendido la soberanía del pueblo de Perucho Figueredo, ese que por vez primera el 20 de octubre de 1868, entonó las notas del Himno Nacional.