Enseñar a los jóvenes la verdadera historia
Los desmanes de la sociedad en la que vivía, solo le permitieron estudiar hasta tercer grado. A sus once años se encaminó hacia el campo y, con una yunta de buey, guataca y sus propias manos, contribuyó a mejorar la vida de los suyos.
Vazquecito, como le llaman desde sus años mozos, pronto supo que en sus manos y en las de otros compañeros, esta vez con un fusil de por medio, estaba la posibilidad de cambiar el destino de Cuba.
En los primeros meses de 1955 se incorporó al Movimiento 26 de Julio y participó en el alzamiento del 30 de noviembre. Con posterioridad fue detenido por la policía y puesto en libertad. Había llegado el momento de partir a la Sierra Maestra.
Ya en las montañas integra la Columna No. 1 José Martí, al mando del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. «El 27 de abril de 1957 resulté herido en la mano izquierda, el Che hizo mi primera cura y me enviaron a Manzanillo. Después de incorporarme fui seleccionado, junto a cincuenta compañeros, para fundar el Segundo Frente Oriental Frank País García, bajo las órdenes del Comandante Raúl Castro Ruz», relató.
Con la frescura del triunfo revolucionario varias fueron las responsabilidades de Alberto. Atesora en especial la de ponerse al frente del timón del vehículo en el que se trasladaba Fidel. «Estuve junto a él todo el tiempo, honrado con mi misión, hasta el punto de ser hospitalizado por el desgaste físico», agregó.
Una nueva tarea lo aguardaba, pues desde el año 2005 le fue asignada la dirección del Complejo Histórico de Museos del Segundo Frente Oriental. En ese lugar se encuentra actualmente, pendiente de cada detalle, así como de los más de quinientos nichos que guardan a los mártires.
«Ahí están mis compañeros y estaré yo cuando se agoten las fuerzas para seguir luchando, porque no se trata de vivir de la historia de ayer, sino de hacerla todos los días. En este sentido tenemos varios proyectos destinados a la formación de valores en las nuevas generaciones, pues es esencial en tiempos tan convulsos enseñar a los jóvenes la verdadera historia», acotó.
Entre sus muchos galardones resaltan la medalla XX Aniversario del Granma y el título honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba, así como la Réplica del Machete del Generalísimo Máximo Gómez, de la que fue merecedor en 2021.
«Este reconocimiento constituye un honor. Más que una meta es un compromiso a seguir trabajando y esforzándome, a aumentar la exigencia y a beber de las tradiciones de la Patria».
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