El 28 de enero conmemoramos el natalicio de un hombre que vivió intensamente el amor en todas las manifestaciones: José Martí, nuestro Héroe Nacional, no solo fue un incansable luchador por la independencia de la Patria, sino que también impregnó pasión a cada momento de la vida.

Desde la profunda dedicación a la Patria, la familia, los amigos, los ideales..., hasta la relación con la figura femenina; el Apóstol otorgó un significado especial a este sentimiento, considerándolo la excusa para una mejor existencia.

Siendo aún muy joven conoció el amor y lo plasmó en los escritos, cartas, trabajos periodísticos, poemas... En estas creaciones expuso principios trascendentales, argumentando el interés para entrelazar y fortalecer a los seres humanos.

«Amor es delicadeza, esperanza fina, merecimiento y respeto» escribió El Maestro desde Cabo Haitiano en una carta a la joven María Mantilla, a quien quiso como a una hija. Esta devoción paternal refleja la amplitud y la generosidad con la que Martí vivía las relaciones. Cada texto lo referencia como fuente de estimulación. Especialmente en los Versos Sencillos y Versos Libres así como en otros poemas, esparce su visión; siempre caracterizados por un lirismo, musicalidad y creación.

Amó con el alma, pero también con el cuerpo, reflejando así una dualidad compleja y apasionada: Fuerza vital, forma de conocimiento y fuente inagotable de ilusión. Su obra no solo refleja sensibilidad sino también el sufrimiento causado por la devoción.

Destacó el amor como una fuerza transformadora, aunque también como una experiencia que puede desgarrar el alma. Para él, representaba tanto la alegría incomparable como la agonía insoportable.  

Sin dudas el Apóstol nos legó un tesoro apasionado a varias generaciones de cubanos. Hizo del amor la razón de ser y lo convirtió en símbolo. En este 171 aniversario de su nacimiento las enseñanzas trascienden como motivación para enriquecer el alma y el espíritu.

Fuentes consultadas

Un alma de mujer llama a mi puerta. Alfonso Herrera Franyutti. Centro de Estudios Martianos. La Habana, 2026