Desde la primera clarinada de la mañana del 28 de octubre varias generaciones de cubanos se preparan para demostrar cariño a unos de sus héroes. Ellos crecieron escuchando sobre sus anécdotas y hazañas y eso los convierte en cercanos, a pesar de los años que los separan.

Un caudal de flores llevan en sus manos mientras desfilan rumbo al mar a lo largo de la capitalina calle G. Allí, entre la espuma de las olas, sonríe el recuerdo Camilo Cienfuegos Gorriarán.

La legendaria Plaza de la Revolución sirve como punto de partida. En ella se dan cita pioneros, estudiantes de diversas enseñanzas, oficiales, trabajadores y población en general con el propósito de honrar su paso a la inmortalidad.

No solo en la capital de la Isla florecen los mares. Cuba entera se llena de retoños naturales que cubren cada río, arroyo, caudal y playa. Entre cantos y poemas Camilo revive en su pueblo, del cual es la imagen.

Cada 28 de octubre los cubanos llevamos flores al mar y Camilo Cienfuegos Gorriarán revive entre la espuma de las olas.