Posiblemente a más de una persona le haya llamado la atención ver a soldados y a combatientes en general, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias(FAR), sembrando caña este sábado en territorio avileño.A quienes hemos tenido vínculo con la institución armada, sin embargo, no nos sorprende ese detalle.

Sobradas muestras han ofrecido siempre las FAR, como también el Ministerio del Interior, relacionadas con su inserción rápida y eficiente, en tareas y momentos decisivos para la economía, la sociedad y el país.

Frescas están en la memoria las imágenes de nuestros combatientes, codo a codo con el personal de Salud, durante los cruentos meses de azote por parte de la Covid-19, mediante un valioso aporte que incluyó desde presencia en las ciudades para velar y hacer cumplir las medidas higiénico sanitarias y preventivas orientadas por la nación, hasta la consagrada atención por parte de médicos, especialistas, enfermeros y otros trabajadores en los hospitales militares que acogieron a pacientes afectados por el virus del Sars-Cov-2.

Acciones directas contra el mosquito Aedes aegyptis, labores de saneamiento, participación activa durante el enfrentamiento a huracanes y en trabajos de recuperación, recogida de papa… han devenido también escenarios de combate cada vez que la situación lo ha requerido.

Por ello, este sábado, la silueta de nuestros combatientes sembrando caña en suelos del municipio de Ciro Redondo, en el centro del país, volvió a imprimirle a esa jornada de aporte voluntario un toque especial de distinción y la certeza de que las FAR siguen siendo el pueblo uniformado, en todo momento y para todo.