TRES GUERRAS: UNA MUJER

07 de Abril de 2025

María Dominga de la Trinidad Moncada.Foto:Wikipedia

 

   

EL MIEDO NO EXISTÍA PARA DOMINGA

 

Un bote se movía al pairo en medio del Mar Caribe trayendo en su interior a cinco mujeres y cinco niños. No se divisaba tierra alguna. La bahía de Santiago de Cuba debía de estar cerca, pero por qué rumbo.

 

Había concluido la guerra de los Diez Años. Estaba vigente la llamada Paz del Zanjón. Algunos líderes mambises aprovecharon la ocasión para refugiarse en Jamaica junto con su familia.  Entre estas se encontraba la de María Dominga de la Trinidad Moncada con su querida hija Felipa.

 

Comenzó la trayectoria en un navío hacia la vecina isla; pero después de un día de navegación, un buque español lo interceptó, apresó a los líderes mambises y sus familias fueron retornadas a Cuba, menos  Dominga, su hija, tres mujeres más y cinco niños, quienes fueron dejados a su suerte, y sin explicación, en un bote con dos remos en medio del océano.

 

Dominga, en ese momento, contaba con 70 años de edad; pero no titubeó: tomó uno de los remos y comenzó a bogar hacia donde podía estar la costa. Los niños no podían hacerlo. Las mujeres restantes se alternaron all otro remo. Moncada nunca soltó el suyo.

 

Lograron llegar, exhaustas, a Santiago de Cuba. Pero fueron apresadas a su arribo. De la Trinidad Moncada logró que liberaran a todos los integrantes del bote ofreciéndose como única prisionera. Y así se hizo. La encerraron en el Morro de Santiago.

 

LA MADRE DEL «CABALLERO DE LA GUERRA» NUNCA CLAUDICÓ

 

María Dominga de la Trinidad Moncada, nació en Santiago de Cuba el 2 de diciembre de 1810. Tuvo 3 hijos, todos incorporados a la lucha independentista.

 

Fue muy acosada por las autoridades españolas por ser la madre de Guillermón Moncada, conocido como, «El Caballero de la Guerra», y también por sus propias actividades conspirativas. Junto con su hija Felipa, actuó como correo de los mambises, y por ello, en muchas ocasiones fue encarcelada en el Morro de Santiago de Cuba.

 

En sus mazmorras era visitada por oficiales españoles para que convenciera a su hijo Guillermón y este depusiera las armas. Dominga se negó rotundamente en todo momento.

 

Aún con 85 años, la anciana De la Trinidad continuaba su accionar anticolonial, lo que le valió volver a las rejas del Morro de Santiago de Cuba.

 

MUERTE DE LA MAMBISA INDOMABLE

 

Su vida terminó en su amado terruño el 19 de agosto de 1905. Sus restos fueron velados en el Palacio Provincial de Gobierno. El pueblo santiaguero se presentó allí para rendirle postrer tributo.

 

Su cadáver fue depositado en el Panteón de los Veteranos de la Guerra de Independencia en el cementerio de Santa Ifigenia. Todavía en la actualidad, su ejemplo es recordado por los habitantes de la Ciudad Heroína.

 

FUENTES CONSULTADAS

 

1-Ecured

2-Diago Izquierdo, Olivia. Vestidas de Patria. La Habana, Casa Editorial Verde Olivo, 2019, pág. 22.

3-García Chichester, Ana. Ridalyc. org., Universidad de Mary, Estados Unidos, 15/6/2020, pág. 14.

 

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