La entrega de tierras ociosas en usufructo a jóvenes desmovilizados del Servicio Militar Activo (SMA) está orientada hacia la inserción laboral y al desarrollo de habilidades agrícolas, ofrece a los interesados una oportunidad de desarrollo futuro.

El coronel Daniel Alpízar Salgado, jefe del departamento de Personal de la Dirección de Organización y Personal del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, nos actualiza sobre las especificidades que se refieren a esta oportunidad de empleo.

¿Cómo se lleva a cabo la entrega de tierras en usufructo a los licenciados del SMA?   

— Una vez licenciados los jóvenes acuden a la Dirección Municipal de la Agricultura de su área de residencia, donde entregan el aval de conducta como reconocimiento a los resultados que obtuvieron en las diferentes misiones asignadas.

Durante este proceso, siempre que sea posible, se les proporcionan las tierras en zonas que cuenten con los servicios básicos principales para que en corto plazo fomenten el desarrollo de las producciones.

Entonces, ¿la entrega de tierras en usufructo es un estímulo al deber cumplido por parte de estos soldados?

—Sí, se considera un reconocimiento a su labor en la defensa de la Patria, además, otorga la posibilidad de desarrollo futuro, especialmente para aquellos con descendencia campesina. Les crea habilidades y contribuyen a la sociedad.

¿Qué beneficios adicionales se les otorgan a los jóvenes que optan por la tierra en usufructo?

—Los atiende directamente el delegado municipal de la agricultura. Están exentos de pagar el certifico catastral, establecido mediante una resolución del Ministerio de Finanzas y Precios,  ello facilita que puedan enfocarse en su actividad agrícola sin preocupaciones administrativas adicionales.

¿Cómo se lleva a cabo el proceso de divulgación y orientación a los jóvenes?

—Desde las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) se materializa un amplio proceso de divulgación en colaboración con los órganos de recursos humanos, organización y personal y los órganos políticos. Se les orienta sobre las posibilidades que tienen al acogerse a esa tarea. 

»Se divide en dos etapas: la primera durante la Preparación Militar Básica, en que se divulgan los documentos rectores que les otorgan la posibilidad de obtener tierras; la segunda cuando ya están en el SMA y conocen sobre los beneficios que recibirán una vez finalizado dicho período». 

¿Cuál es el seguimiento que se les brinda a los jóvenes después de la entrega de las tierras?

—Reciben seguimiento por tres años posterior a la recepción de las áreas ociosas, a fin de verificar si se mantienen en el trabajo,  conocer sus inquietudes, ayudarlos y brindarles protección en caso de que presenten dificultades en su desempeño.

»La Oficina Nacional de Atención a Combatientes a través de sus direcciones provinciales y municipales los atiende y facilita los requisitos para que puedan llevar a cabo su labor agrícola de manera exitosa. Es un proceso integrado en el cual participan las FAR, la Dirección Provincial de Atención a Combatientes y la Dirección Municipal y Provincial del Ministerio de la Agricultura».

Muchos jóvenes desmovilizados del SMA han sido beneficiados al recibir tierras, muestra el compromiso del Gobierno y las FAR por brindar oportunidades a quienes contribuyen con la soberanía alimentaria.