A la llegada al poder del presidente de los Estados Unidos F.D Roosevelten 1933, puso en práctica una nueva política exterior conocida como la política del “Buen Vecino”. La misma tenía como objetivo ganarse la confianza de los países latinoamericanos y afianzar su dominio en el continente.

La derogación en Cuba de la Enmienda Platt el 29 de mayo de 1934, es una importante manifestación de esa política, abolida cuando los gobiernos de Estados Unidos y Cuba firmaron un Tratado Permanente de Relaciones Recíprocas, que mostraba la dependencia de la Isla al gobierno norteamericano.

La enmienda, cuyo autor fue el senador republicano Oliver Platt, fue aprobada por el Congreso estadounidense el 2 de marzo de 1902 y le permitía a los Estados Unidos mantener su dominio político y militar sobre Cuba, intervenir militarmente en ella cuando lo estimase oportuno, someter el comercio y establecer bases navales y carboneras, como la de Guantánamo.

Nada de lo anterior se abolió en 1934 pues esas humillantes condiciones se mantuvieron vigentes en el nuevo documento, solo que esta vez, elaboradas un poco más sutilmente; es decir, que la Enmienda y el Tratado eran lo mismo pero con diferente nombre.

No es hasta el primero de enero de 1959 que definitivamente Cuba abolió todos los tratados existentes con el gobierno de los Estados Unidos,al declararse un país libre para trazar su propio destino.