65 años formando hombres y mujeres de mar

15 de Octubre de 2024

La Academia Naval Granma, Orden Antonio Maceo, cumple 65 años de su fundación este 16 de octubre. Foto: Roberto Garaicoa Martínez

El 16 de octubre de 1959 se crea la Academia Naval de la Marina de Guerra Revolucionaria (MGR) y en el año 1987 es aprobado el nombre de Granma, en honor al yate que condujo desde México a los 82 expedicionarios al mando del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Desde esa fecha la posibilidad de ingreso a la academia adquirió un carácter popular que posibilitó a las personas la superación sin distinción de raza, sexo o clase social.

 

Fue declarada Centro de Educación Superior el 7 de diciembre de 1977 y a 55 años de su fundación recibió, de manos del General de Ejército Raúl Castro Ruz, la Orden Antonio Maceo, reconocimiento reservado para las más prestigiosas instituciones militares de la Isla.

 

El centro de altos estudios es avalado a nivel mundial y reconocido por la Organización Marítima Internacional para la emisión y revalidación de títulos de dicho alcance. Además, se encuentra legitimado con un Sistema de Gestión de la Calidad, que proporciona a sus educandos un alto nivel de competencia para el desempeño de sus funciones a bordo.

 

Desde la docencia

 

La Academia Naval Granma es la única institución del país que prepara a los hombres y mujeres de mar no solo para la MGR, sino para diferentes organismos de la Administración Central del Estado, como el Ministerio de Transporte, la Oficina Nacional de Hidrografía y las Tropas Guardafronteras.

 

«Desde que los alumnos ingresan se someten a un sistema riguroso, pues la vida militar, en especial la parte marinera, además de ser hermosa es sacrificada. Actuar en un medio adverso como es el mar, requiere una elevada preparación científica y moral», expresó el capitán de fragata Ariel Pacheco Pérez, subdirector de posgrado de la institución.

 

Mediante el proceso docente educativo los guardiamarinas no solo se enfrentan a la parte teórica de la enseñanza, sino a un fuerte componente práctico en polígonos, simuladores y buques de instrucción, lo que les permite adquirir las destrezas que una vez graduados deben demostrar en los lugares a los que sean destinados.

 

Varios de los jefes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) a diferentes niveles fueron graduados en este centro y han demostrado saberes y competencia no solo en nuestro país, sino en los mares del mundo. Tal es el caso del capitán de flotilla Lázaro Jorge Martínez Moreno quien, después de su paso por varias unidades de superficie y resultados de trabajo, fue seleccionado para dirigir la entidad.

 

«Ha sido un alto honor comenzar como guardiamarina, regresar para aportar mis experiencias a los nuevos estudiantes y contribuir para que al final de su carrera puedan cumplir con la solicitud fidelista de ser integrantes de una marina de Patria o Muerte», acotó.

 

La academia cuenta con un excelente claustro de profesores titulares, auxiliares y asistentes que son imprescindibles para afianzar los conocimientos, hábitos y habilidades de los estudiantes. Entre ellos sobresale la capitán de corbeta Yanelis Mesa Ramos, Primera Profesora de la Cátedra de Táctica Naval.

 

Para ella es un orgullo formar parte del colectivo docente que la formó como profesional y ostenta el honor de ser la primera mujer con su cargo en la historia de la cátedra.

 

«Me satisface ver a mis alumnos alcanzar sus sueños profesionales. Insisto mucho en la preparación personal pues considero que es la base para el desempeño futuro. Para mí el mar es como la vida: inmenso, impredecible, profundo…, pero muy querido», manifestó.

 

Vestir este uniforme requiere disciplina

 

Para Yelicsa Martínez Sánchez, guardiamarina de tercer año de la Especialidad Tropas Guardafronteras, ingresar a la Academia Naval Granma ha sido uno de los momentos más significativos de su existencia. Ella proviene de un pre universitario y refiere que la cultura marinera enriqueció su alma y cambió su vida para siempre.

 

Una vez graduada tendrá la misión de proteger las fronteras marítimas cubanas y su medio ambiente de enemigos y hechos ilícitos, pero además alberga el sueño de convertirse en comandante o segunda a bordo de una superficie.

 

«Siempre me gustó el mar, la disciplina, el porte y aspecto de los marinos y la dignidad con la que defienden su traje, porque no solo es vestirse de blanco sino saber portar este uniforme con la disciplina que requiere», concluyó.

 

Después de la academia

 

Para la tripulación del Buque Patrullero (BP) 390 todos los días comienzan con la revisión de equipos y armamento. Esta embarcación cumple diferentes tareas de carácter militar y estatal entre las que sobresalen el patrullaje de las aguas jurisdiccionales de la nación, el apoyo a la economía y la protección a los principales dirigentes de la Revolución u otros objetivos de interés.

 

El capitán de corbeta Jonathan Zamora Mariño, comandante del buque, recuerda sus años de guardiamarina con un cariño especial y refiere que desde su graduación ha crecido mucho personal y profesionalmente. Además alega: «Este cargo supone una gran responsabilidad y constituye un honor para mí ser parte de la familia que es la MGR».

 

No ha sido fácil para la alférez, segunda comandante BP 391, conjugar sus labores de madre con el trabajo. No obstante en sus nueve años de maternidad ha logrado mantener una vida laboral estable que comparte junto a su esposo. Ella es egresada de la Escuela Militar Camilo Cienfuegos de Arroyo Arenas y después de graduada en la academia comenzó su vida laboral como patrón de una lancha auxiliar.

 

«El año pasado finalmente me dieron la oportunidad de superarme y formar parte del cuerpo de oficiales y tengo la satisfacción de desempeñar mi cargo en la misma embarcación donde fui contramaestre», confirmó Yanelis Fabier Santana, segunda comandante del Buque Auxiliar Lambda 814.

 

El trabajo de los recién graduados es muy valioso porque aporta a las unidades nuevos bríos y conocimientos frescos y actualizados, lo que permite perfeccionar el trabajo no solo entre oficiales sino también con los subordinados.

 

«Los egresados se forman bajo los principios revolucionarios del amor a la Patria y el respeto a nuestros líderes indiscutibles. Siento mucha nostalgia por mis años de guardiamarina, pues nunca antes tuve vínculo con las FAR. Ingresar en la academia supuso una vida nueva y un cambio hacia la organización, la disciplina, los nuevos valores y el honor de pertenecer a esta institución», expresó el capitán de flotilla Keny Díaz Lago, jefe de la Base Naval Occidental.

 

En su preparación los estudiantes logran una balanceada combinación teórico-práctica que propicia el desarrollo de actividades necesarias para su futuro desempeño profesional, al mismo tiempo que participan en eventos culturales y deportivos. Esto, aunado al compromiso de defender las aguas territoriales, los hace merecedores del reconocimiento hacia su disciplina y dignidad.

 

Cada cubano se siente protegido con los marinos que salvaguardan nuestra Patria y el pueblo hace extensiva una felicitación a la Academia Naval Granma, Orden Antonio Maceo por sus 65 años en la labor de formar a los hombres y mujeres de mar.

 

  • «Actuar en un medio adverso, como es el mar, requiere una elevada preparación científica y moral», expresó el capitán de fragata Ariel Pacheco Pérez, Subdirector de Posgrado de la institución. Foto: Roberto Garaicoa Martínez

  • «Ha sido un alto honor comenzar como guardiamarina, regresar para aportar mis experiencias a los nuevos estudiantes y contribuir para que al final de su carrera puedan cumplir con la solicitud fidelista de ser integrantes de una marina de Patria o Muerte», acotó el capitán de flotilla Lázaro Jorge Martínez Moreno, director de la academia. Foto: Roberto Garaicoa Martínez

  • La capitán de corbeta Yanelis Mesa Ramos ostenta el honor de ser la primera mujer con su cargo en la historia de la Cátedra de Táctica Naval. Foto: Roberto Garaicoa Martínez

  • Yelicsa Martínez Sánchez, guardiamarina de tercer año de la Especialidad Tropas Guardafronteras, alberga el sueño de convertirse en Comandante o segunda a bordo de una unidad de superficie. Foto: Roberto Garaicoa Martínez

  • Para el capitán de corbeta Jonathan Zamora Mariño ser Comandante de una unidad de superficie supone una gran responsabilidad y un compromiso con la Revolución. Foto: Roberto Garaicoa Martínez

  • «Equilibrar las tareas de la maternidad con el trabajo no ha sido fácil, pues los hijos suponen atención constante. Aun así gracias al apoyo de mi esposo he logrado un equilibrio entre ambos roles», acotó la alférez Yanelis Fabier Santana. Foto: Roberto Garaicoa Martínez

  • Para el capitán de flotilla Keny Díaz Lago, jefe de la Base Naval Occidental, el trabajo de los recién graduados es muy valioso porque aportan a las unidades nuevos bríos y conocimientos frescos y actualizados, lo que permite perfeccionar el trabajo no solo entre oficiales sino también con los subordinados. Foto: Roberto Garaicoa Martínez

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