61 años construyendo futuro
El 12 de enero de 1959 el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz designó a José Ramón Fernández Álvarez, entonces primer teniente, como director de la escuela de cadetes del antiguo ejército, ubicada en Managua. El nombramiento marcó el inicio del primer curso de formación de oficiales, del cual egresaron 55. Ese momento se considera la génesis de la primera institución docente militar concebida, organizada y estructurada con los principios de la revolución naciente.
La Crisis de Octubre evidenció la necesidad de fortalecer nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y en particular los cuadros de mando, por lo que el 7 de febrero de 1963 se creó la Escuela de Cadetes General Antonio Maceo.
Su surgimiento fue, como expresara el General de Ejército Raúl Castro Ruz, «una consecuencia lógica, de la necesidad que teníamos de fortalecer nuestra defensa».
Para conocer más de su historia, particularidades y honorable misión, Verde Olivo se acercó a la institución donde constató, a través de sus integrantes, el legado del héroe.
Un poco de historia
Las instalaciones se ubicaron primeramente en el antiguo 5to. Distrito Militar en la Ciudad de La Habana. Como director fue designado el coronel hispano-soviético Pedro Macías Núñez, y para integrar el primer curso fueron seleccionados 484 aspirantes.
El 22 de noviembre de 1964, con las condiciones docentes, administrativas y de aseguramiento ya creadas la entidad se trasladó hacia su ubicación actual al sur del poblado de Ceiba del Agua, en el Municipio Caimito, ocupando las edificaciones del antiguo Instituto Cívico Militar, que al triunfo revolucionario se denominó Instituto Tecnológico Frank País García.
A lo largo de los años varias escuelas de formación de oficiales, de diferentes armas y aseguramientos confluyeron hacia Ceiba del Agua y se integraron para conformar la actual Escuela Interarmas de las FAR, General Antonio Maceo. En diciembre de 1963 se le confirió la Orden Antonio Maceo por sus continuos logros en la preparación de oficiales, siendo la primera institución docente con dicho mérito.
Formando generaciones
Este centro juega un importante papel en el completamiento de las estructuras de mando de las unidades militares, y de sus aulas han egresado más de 30 mil oficiales contribuyendo así al desarrollo y mejoramiento de la preparación y disposición combativa. Sus graduados, cadetes y trabajadores civiles han cumplido misiones internacionalistas y de colaboración en varios países, en ocasiones cimentando con su sangre generosa la amistad entre los pueblos.
Durante seis décadas ha trabajado en el perfeccionamiento de las condiciones materiales para asegurar el proceso docente educativo de manera ascendente, donde ha primado el protagonismo de sus integrantes como promotores de su propia infraestructura, en aras de posibilitar el impulso de las capacidades que necesita el joven oficial para desempeñar su trabajo en las tropas.
Su principal fuente de ingreso son los alumnos de las Escuelas Militares Camilo Cienfuegos, los institutos preuniversitarios y tecnológicos, así como las unidades militares. Hoy la formación de oficiales se realiza en los perfiles de mando y técnica para alumnos cubanos y de otros países.
«En el perfil de mando se estudian las especialidades de Infantería, Tanques, Inteligencia Militar, Tropas Especiales, Artillería Terrestre, Intendencia, Logística, Combustibles, Ingeniería Militar, Protección contra las Armas de Exterminio en Masas, Comunicaciones y Político Militar. Por otra parte en el perfil técnico se cursan las carreras de Tanques y Transporte, Fortificaciones, Medios del Armamento Ingeniero e Ingeniería Militar», comentó la capitán Ariadni Cruz Cruz, profesora de Táctica General.
Para la dirección y funcionamiento del proceso docente educativo la institución se organiza en dos facultades, cátedras facultativas y generales, órganos, especialidades y una Unidad de Aseguramiento a la Instrucción, integradas por personal de alta calificación y experiencia.
El perfeccionamiento continuo de los planes y programas de estudio, la introducción de los métodos más modernos de la enseñanza, la investigación científica de profesores y alumnos y la objetividad y el rigor de la información son factores indispensables para lograr hábitos, habilidades y cualidades que garantizan el éxito en la actividad posgraduada.
«La superación de oficiales en cursos para cargos, actualización, recalificación, nivelación, diplomados y la formación académica de posgrado, con la especialidad de primer grado en Mando y Estado Mayor de Tropas Generales contribuyen a solucionar problemáticas en interés de las FAR y de la propia escuela», expresó el primer teniente José Rolando Fuentes Casañas, profesor de Fortificaciones.
Como soporte para la actividad pedagógica la escuela cuenta con una base material de estudio preparada para asegurar los programas docentes, entre ellas aulas especiales, laboratorios equipados con modernas tecnologías, talleres de diferentes tipos, simuladores, polígonos para actividades prácticas y campos de tiro dentro y fuera de los límites de la institución.
«Para lograr una cultura general integral acorde a nuestra formación se organizan múltiples actividades deportivas y culturales. Durante varios años hemos alcanzado diversos galardones en festivales de este tipo a nivel de institución armada», ratificó el cadete Luis Lázaro Coffini Martínez de la especialidad de Tanques.
La exigencia de una férrea disciplina, el cumplimiento estricto de las órdenes y reglamentos, la marcialidad y ejemplaridad con que se realiza cada una de las actividades son condiciones propicias para la formación de una ética militar que caracteriza a educandos y educadores.
Monumento Nacional
En enero de 2018 se le otorgó a la institución docente la condición de Monumento Nacional. El inmueble de estilo art decó, fruto del trabajo del arquitecto Cristóbal Díaz González, atesora disímiles elementos históricos que lo hacen acreedor del reconocimiento.
Una de las piezas de mayor valor patrimonial que conserva es el óleo más grande bajo techo existente en Cuba, un original de Domingo Ramos del año 1939 que refleja el paisaje emblemático del campo cubano.
También en la biblioteca se guarda con celo el único libro de cuero hecho a mano de los generales de la guerra de independencia. La Sala de Historia conserva una silla y un buró utilizados por Antonio Maceo. Dicta la historia que estos artículos fueron usados por él en una de sus visitas a Perfecto Lacoste en Caimito, después de haber tomado el poblado de Hoyo Colorado, actual Bauta, durante el desarrollo de la Invasión a Occidente.
Entre otros efectos patrimoniales figuran los mármoles italianos, las maderas preciosas, las lámparas de época y un busto original de Maceo confeccionado hace más de un siglo en Astoria, Estados Unidos, por el artista Eloy Palacios, quien dedicó su vida artística a recrear a los próceres independentistas.
Una majestuosa estatua del Titán de Bronce sorprende a los visitantes al final de la avenida que conduce a la escuela. La obra fabricada en bronce es de la autoría del bautense Juan Quintanilla, y fue escogida por un tribunal encabezado por Rita Longa, como parte de un concurso popular.
Esta institución no solo forja a jefes y oficiales, sino que forma a revolucionarios con altos valores morales y patrios. Sesenta y un años atesoran una rica historia y la hacen cada vez más fuerte e invencible en su propósito de cumplir a cabalidad con las enseñanzas y el ejemplo de nuestros líderes, formando oficiales de la estirpe del Titán de Bronce.
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