Paternidad vestida de verde olivo
Amanece y el almanaque indica que es el tercer domingo de junio: Día de los Padres. Una celebración que cada vez es más acogida en nuestro pueblo pues se reconoce a quienes son capaces de ejercer esa responsabilidad permanente, durante las 24 horas del día, y solo son remunerados por unos instantes, en los cuales existe la sospecha de que se ha hecho bien.
Ante esta conmemoración, el equipo de Verde Olivo abraza a quienes conquistaron los corazones de sus hijos. Sobre todo a los que integran las Fuerzas Armadas Revolucionarias y descubrieron que el afecto que brindan les es devuelto en las formas más insospechadas de cariño, pues ser padre requiere más de lo que resistieron en maniobras militares, misiones internacionalistas, preparación y discusión de exámenes ministeriales...
Sabemos que no es fácil el trabajo constante en las unidades, pero honramos y agradecemos a esos que aprendieron a correr tras un niño que da sus primeros pasos, a bailar con sus animados favoritos, a preocuparse por las asignaturas que recibió de pequeño, a entretenerlos para que mamá pueda adelantar trabajo, a rediseñar disfraces, hacer maquetas...
Reconocemos a quienes evidencian que son capaces de hacer todo por sus hijos: desde pintar con un lápiz “mágico” una pared, entender el idioma extraterrestre o cantar Barquito de papel a dos voces, sin importar si desafina, porque hay una personita a la que hace sonreír y eso lo es todo.
Gracias a los que van más allá de cualquier estereotipo de género y más de una vez hicieron suya la cocina; a los que al llegar a casa dieron un biberón, un beso en la mejilla de su hijo, corrieron al hospital en cada susto o calmaron un llanto interminable con un paseo, sin importar las horas de instrucción en el polígono, ni la guardia del día siguiente.
Al papá primerizo; al que lo ha sido varias veces; al que tiene jimaguas; al que ocupó el papel de uno ausente; al que educa a los soldados; al que a pesar de los años, los grados y las responsabilidades, no se cansa de acompañar a su retoño: nuestro agradecimiento también.
Aseguramos que ser padre es difícil y no existe bibliografía exacta, pero quienes conocen la experiencia, no la cambian, pues entienden que la paternidad es la tarea más maravillosa que podrán desempeñar en la vida, ya que al estar cerca o lejos, son y serán todo para sus hijos.
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