Al evaluar las circunstancias que condicionaron la participación de Pedro Agustín Pérez Pérez, Periquito, en la Guerra de 1868 a favor de España en las Escuadras de Santa Catalina del Guaso, como jefe de una de ellas; nuestro Héroe Nacional José Martí reseñó: “Y sirvió a España en las escuadras en la guerra grande, lealtad de familia a Miguel Pérez”.

Y no podía ser, para entonces, de otra manera. Indudablemente Periquito debía lealtad a Miguel Pérez, pues no solo era un personaje de influencia en la familia, sino además su padrino, por ello incluso, antes de iniciada la Guerra de los Diez Años, el casi adolescente Pedro participó en apoyo y defensa del Gobierno español.

Nació el 29 de abril de 1844 en Tiguabos, provincia de Guantánamo y procedía de una familia de campesinos acomodada y muy unida que conservaba una profunda gratitud a España.

Sin embargo, al terminar la Guerra de los Diez Años, ya Pedro Agustín mostraba admiración y respeto hacia los mambises, por lo cual fue captado por el coronel Silverio del Prado para incorporarse a la causa independentista.

Al estallar la Guerra Chiquita, ya estaba unido a los nuestros; aunque no se registra su participación en combates del ejército mambí, durante dicha guerra en agosto de 1879 fue detenido y enviado a la cárcel de cayo Toro. Nueve días después fue puesto en libertad y repuesto en las filas españolas; pero casi de inmediato se pasó al campo de la revolución junto con 114 hombres de la tropa bajo su mando. Combatió luego bajo las órdenes del mayor general Guillermón Moncada, con el grado de teniente coronel.

Fuerzas bajo su mando aseguraron el recibimiento de José Martí y Máximo Gómez, así como la de los mayores generales Antonio y José Maceo, después de sus respectivos desembarcos en abril de 1895.

Una vez consolidada la guerra, hacia mayo de 1895, el Brigadier Periquito Pérez participó bajo las órdenes del Lugarteniente General Antonio Maceo, en la Batalla de El Jobito, siendo esta su actuación más destacada durante la guerra.

En enero de 1899, como respuesta a una antigua propuesta de García, Pedro Agustín Pérez fue ascendido a mayor general del Ejército Libertador. Poco después, el gobernador militar estadounidense de Cuba, Leonard Wood, lo designó como alcalde de la ciudad de Guantánamo y en su mandato, adoptó medidas importantes como el saneamiento de la localidad, la gestión para la protección de los veteranos que fueron mutilados durante la guerra y otras de beneficio popular. Desde este cargo y posteriormente reelecto, el gobernador provincial pretende destituirlo, por lo que el general Pérez decide renunciar a su cargo.

A su larga hoja de servicios, el Periquito suma las acciones de: El Ramón, Palmar, Guayabal, Iguanábana, Malabé, Paso del Brasil, Boca de Jaibo, Canabacoa, Arroyo de Agua, La Aguada, El Cristo, El Triunfo, Palmerito de Cauto, Monte de Dos Leguas, San León, La Tontina, La Piedra, Río Frío, Limones y otros.

Pasó los últimos años de su vida en su finca, en Boca de Jaibo. En este sitio falleció, por causas naturales, siete días antes de cumplir 70 años de edad y legó para el futuro ejemplo de amor a la Patria por encima de todo.