Una frase famosa de Cicerón*dice que «los pueblos que olvidan su historia están condenados a vivirla», lo que significa que su estudio nos ayudaría a evitar los mismos errores que cometimos en el pasado.

En las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) se encuentra el Centro de Estudios Militares (CEMI), encargado de preservar, investigar, estudiar y profundizar temas de la ciencia y la historia militar.

«Este centro se designó para realizar estudios e investigaciones teóricas sobre la Ciencia Militar, fundamentalmente del Arte, la Construcción y la Historia», expresó el primer coronel José Manuel Cereijo Torres, jefe del CEMI.

Es por ello que el entonces jefe del Estado Mayor General (EMG), general de división Ulises Rosales del Toro, el 14 de agosto de 1990, ordenó crear el Buró de Investigaciones Militares (BIM) como un departamento de la Academia de las FAR General Máximo Gómez, el cual cumpliría dichas funciones.

Fue designado como jefe el coronel Amels Escalante Colás e integrado por los tenientes coroneles, César Rodríguez Rojas y Alfredo Pérez San Miguel, considerados como los fundadores de dicho buró.

La primera investigación encomendada fue sobre la guerra del Golfo Arábigo-Pérsico, para la cual se creó en la Academia de las FAR un grupo multidisciplinario dirigido por el BIM con representantes de todas las especialidades. Como resultado del estudio se elaboró un informe y se realizó una conferencia científica sobre esta ofensiva.

La envergadura de las tareas fue aumentando y se hizo necesario modificar la estructura que se había creado. Es así como sobre la base del BIM, el 15 de febrero de 1993, por la Directiva 049 del primer sustituto del ministro de las FAR, jefe del EMG, se constituye el Centro de Estudios Militares (CEMI) como unidad de investigación y desarrollo.

Hoy su objetivo consiste en realizar estudios ―con rigor científico― sobre la Ciencia Militar así como otros aspectos derivados de las necesidades de investigación y desarrollo que establezcan los miembros del Órgano Central del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar), como la Dirección General de Preparación, la Dirección de Operaciones y la Dirección Política.

«En función del rigor del trabajo lo primero que hacemos es estudiar cómo se ha comportado en el pasado el problema, para lo cual se realiza una búsqueda en los archivos de las FAR, se analizan documentos anteriores que tratan el asunto y se entrevistan jefes activos y retirados que participaron en la tarea o tienen experiencia sobre la temática. También, se define cuál es el problema actual y luego se redactan versiones del trabajo que se analizan en nuestro consejo científico y con expertos, antes de presentarlas a la jefatura», explicó el primer coronel Cereijo Torres.

«Como centro de estudio de las FAR tenemos entre nuestras principales funciones el estudio permanente del Arte Militar, no sólo el surgimiento, desarrollo y desenlace de las luchas del pueblo cubano, sino también de los conflictos militares del pasado y del presente, principalmente aquellos con participación de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, para obtener experiencias de las mismas», comentó el coronel (r) Roberto Castro Betancourt, primer especialista en estudios militares.

Un centro de este calibre en las FAR llena de orgullo y confianza a todos sus miembros porque cuentan con una fuente inagotable de conocimientos y experiencias a su entera disposición. 

Nota:

*Marco Tulio Cicerón fue un político, filósofo, escritor y orador romano.