El Nuevo Herald contra los Cinco (VI).
En la madrugada del 12 de septiembre de 1998, fueron detenidos en Miami, los patriotas cubanos Tony, René, Gerardo, Ramón y Fernando. A 26 años de ese hecho, se rememoran algunos aspectos relacionados con el Caso de los Cinco, en especial el papel jugado por el periódico El Nuevo Herald.
El accionar anticubano y terrorista de múltiples organizaciones asentadas en Florida es un hecho que ni el propio gobierno estadounidense puede ocultar. Sin embargo, para El Nuevo Herald parece no existir.
Una de las organizaciones supervisada por los Cinco y defendida por El Nuevo Herald, fue Hermanos al Rescate.El terrorista José Basulto la creó en 1991 con la fachada de apoyar a los emigrantes ilegales, pero su verdadero objetivo era llevar a cabo acciones provocativas para generar confrontaciones entre ambos gobiernos.
Como resultado de la violación del espacio aéreo cubano, el 24 febrero de 1996, fueron derribadas dos de sus avionetas, pese a las advertencias desde Cuba. Siete meses después de comenzado el proceso judicial, fue adicionado un nuevo cargo contra Gerardo, Conspiración para cometer asesinato en primer grado, por el que a la postre le impusieron una de las cadenas perpetuas.
Aunque la asociación de Gerardo con el derribo de las avionetas no fue inventada por El Nuevo Herald, ese periódico reforzó su presunta culpabilidad.
Apareció nuevamente el elemento conspirativo, lo que ofrecía un camino expedito a la Fiscalía, porque solo tenía que demostrar que hubo una intención de causar la muerte a esos pilotos. Y aquí radicaba el rol del periódico, repetirlo hasta el cansancio.
La propia Fiscalía, en un ataque de sensatez, solicitó retirar dicha acusación, pero increíblemente, la Corte denegó la propuesta, pese a que «a la luz de las pruebas (…) constituye un obstáculo insuperable (…) impone una barrera insuperable». O sea, el Tribunal y El Nuevo Heraldcondenaron a Gerardo por un delito que la Fiscalía reconoció no poder probar.
El 21 de diciembre de 2000, el periódico dio su versión de los hechos a partir de un trabajo titulado Cuba planeó secuestrar un avión de Hermanos, de Rui Ferreira:
«El derribo de los aviones de Hermanos al Rescate en 1996 fue una operación militar preparada con esmero desde Cuba dos años antes, e inicialmente limitada a secuestrar un aparato y llevarlo hacia la isla para levantar la moral de la población.
»Para El Nuevo Herald, las declaraciones dadas por Gerardo Hernández confirman su implicación en los hechos. El cubano arrestado mordió la «carnada» y confesó que su «objetivo principal era trabajar en contra de grupos que continuamente amenazan al pueblo cubano, colocando bombas y organizando incursiones para disparar a las costas cubanas».
En un texto perteneciente a Carol Rosenberg bajo el nombre de Un acusado en red de espías defendió el derribo de avionetas, según el FBI, aparecido el 25 de agosto de 1999, se manifiesta que:
«Un agente de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) declaró el jueves en una corte federal que horas después del arresto del acusado de espionaje Manuel Viramontes, éste defendió el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate y dijo que fue un acto lamentable, aunque culpó a José Basulto, el fundador de la organización, por el incidente.
»La conversación no se grabó y algunas partes de ésta, el testigo las recordó por primera vez el jueves, cinco meses después. Ahora es el foco de una pugna entre la fiscalía y la defensa sobre si se debe aceptar como evidencia en el juicio por espionaje contra Viramontes en septiembre».
Incluso antes que se formulara el cargo contra Gerardo, el periódico ya lo daba por hecho, lo que se comprueba en sus alusiones al tema:
«Horas de interrogatorios a los espías que se concentran en el incidente de los Hermanos al Rescate».
«Moción presentada (…) por el abogado defensor (…) del presunto líder del grupo de espías, en la que solicitaba que las declaraciones (…) al FBI debían ser desestimadas».
«Probar que hay lazos cercanos entre René González y Juan Pablo Roque, ambos acusados de infiltrarse en Hermanos al Rescate. Roque, (…) se presentó en La Habana pocos días después de la tragedia» hablando sobre el incidente.
«Reuniones privadas entre las familias de los pilotos y tripulantes muertos, el abogado norteamericano Thomas Scott y el jefe del FBI en Miami, Héctor Pesquera».
Sin embargo, también en este tema las alusiones del periódico fueron contradictorias. El 6 de febrero de 2001, Rui Ferrera publicó el texto Testimonio contradictorio en el juicio contra presuntos espías:
«Las contradicciones que evidenció el testimonio ofrecido ayer por un importante dirigente de Hermanos al Rescate en el juicio a cinco hombres acusados de espiar para Cuba, dejaron el jurado con al menos dos versiones sobre la muerte de cuatro pilotos del exilio al ser derribadas dos avionetas de la organización por cazas castristas».
El propio Rui Ferrera publicó el 3 de marzo de 2001, el trabajo Piden retirar cargos a presunto espía:
«De hecho, la única conexión de Hernández con el derribo parecen ser dos mensajes enviados desde La Habana, e interceptados por las autoridades, donde se le indica que fue aprobada la operación Escorpión, y se le felicita por la operación Germán».
De todos los cargos, el de Conspiración para cometer asesinato en primer grado contra Gerardo, fue el más absurdo y grave. El Nuevo Herald contribuyó decisivamente a que el tema se instaurara en la agenda pública de la comunidad e impuso su versión carente de la más elemental ética periodística. En modo alguno se limitaron a describir lo ocurrido en el juicio, fueron un actor más que actuó contra los Cinco.
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