La Oficina de Asuntos Históricos (OAH), fundada el 4 de mayo de 1964, significa la Revolución misma, su rebeldía, coraje y optimismo. En las salas de este centro se palpa la lucha en los intrincados parajes de la Sierra Maestra y los riesgosos vericuetos del enfrentamiento en la clandestinidad.

En el caudal de pertenencias que custodia el centro existen videos, casetes, fotos, mapas, notas, prensa... todos con un inestimable valor que hacen de OAH la madre nutricia de la última etapa de la lucha de liberación nacional cubana desde 1952 hasta 1958.

Celia Sánchez Manduley fue el alma de dicha oficina, cabe a ella el mérito y la tarea titánica de haber reunido, compendiado y guardado todo aquello que testimoniara un hecho ocurrido en esa etapa. Su constancia e interés rebasan cualquier estimado porque ella misma revisaba, organizaba y procesaba los textos, tarea que asumió junto con la de la secretaría de la presidencia en los primeros años del triunfo revolucionario.

Recorridos por la Sierra Maestra para orientar la preservación de lugares, desluciendo acciones de la guerra, entrevistando a campesinos; todo ello para dejar constancia en la memoria histórica de un país, lo cual le dio la autoridad para crear el centro que conserva y mantiene viva la Revolución.

La OAH trabaja sobre cuatro pilares esenciales que han sido claves durante todos estos años, asevera el doctor en Ciencias Históricas Eugenio Suárez Pérez, su director. Esas cuatro directrices son la preservación, investigación, publicación y divulgación.

La preservación: puntal de la OAH

“Como función inicial de la oficina —indica su director— está preservar la documentación vinculada a la última guerra de liberación, tanto la lucha armada como la lucha clandestina en el enfrentamiento al dictador y asesino Fulgencio Batista.

“Esa preservación contiene un procesamiento a la documentación que actualmente consta con el fondo José Martí, Celia Sánchez y Fidel Castro y ahora se labora en el del Ejército Rebelde, este último con más de 20 mil documentos. Señala nuestro entrevistado que quiso la historia que junto a la papelería de Martí, autor intelectual del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, y ubicados uno al lado del otro, esté la de Fidel, autor material de ese hecho histórico trascendental.

El doctor Eugenio Suárez asevera que, además, entre los patrimonios que atesoran están los testimonios de la guerrilla de los comandantes Ernesto Che Guevara, Camilo Cienfuegos y del General de Ejército Raúl Castro Ruz y otros muchos jefes del Ejército Rebelde.

Explica que dentro de los documentos que archivan se encuentran las actas de los consejos de gobierno y de ministros desde el mandato de Estrada Palma en 1902, hasta las del gobierno revolucionario cubano de 1976. Refiere nuestro entrevistado que se conservan, además, los libros de la policía, algo muy curioso e interesante y que valdría la pena revisar para que se viera qué hacía ese cuerpo armado en Cuba; y hay también una hemeroteca especializada con mucha información.

Junto con la preservación de los documentos se hace una labor de procesamiento que significa inventariar y registrarlos en una base de datos digital mediante un sistema específico de gestión archivística que, indudablemente, facilita la búsqueda de los textos para cualquier investigación. En ese proceso ya se encuentra la fototeca, por ejemplo la de Fidel, la cual cuenta con más de 32 mil imágenes, que van desde el triunfo de la Revolución hasta la guerra de liberación nacional.

La investigación, arteria aorta del centro

Sostiene Suárez que la segunda función importante de la oficina es la investigación, esto constituye la arteria aorta de la labor que desarrollan los especialistas. “Se está procesando una iconografía de Fidel, que abarcará desde 1926, año de su nacimiento, hasta 1958”.

Agrega que están por concluirse varios estudios, referidos a testimonios de participantes en la lucha, tanto armada como clandestina y pasajes guerrilleros, entre otros. “Trabajamos en una cronología de la vida y obra del Comandante en Jefe Fidel Castro de 1926 a 2006, y, además, en un acucioso examen referido a la actividad de Fidel en los 53 días que estuvo en Cuba desde que salió de la prisión de Isla de Pinos, el 15 de mayo de 1955, hasta que partió hacia México, el 7 de julio del mismo año.

Otra línea de indagación que acomete la Oficina se refiere a la lucha guerrillera en el centro del país, la cual hoy abarca a tres provincias. Una muy necesaria: el Plan Campesino Número Dos que trata sobre las familias campesinas que se condujeron para La Habana durante la limpia del Escambray, lo que evitó sirvieran de base a los bandidos alzados y pudieran ser, a su vez, víctimas de ellos.

El director de la OAH aclara que la investigación es una las tareas esenciales de dicha oficina y cita, también de las más sobresalientes, la relacionada con el pensamiento militar de Fidel durante la lucha guerrillera en el Primer Frente José Martí.

La publicación, constancia de la historia

La publicación es el tercer horcón de la OAH, que no es más que dar a conocer a las nuevas generaciones, al pueblo en general, todo lo relacionado con la historia de ese último período de la guerra de liberación, y aquí se incluye la edición de textos y libros.

Eugenio Suárez señala que con la fundación en 1972 de la Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado se dio un sello editorial distintivo al centro, y añade que los primeros libros reunían los viajes de Fidel por Europa, África, Chile, Ecuador y Perú.

De los últimos títulos que están en proceso de realización cita, por ejemplo, un texto sobre los mártires del 26 de Julio de 1953, otro que aborda una cronología de las relaciones del sátrapa Batista con personeros del gobierno de Estados Unidos. También una iconografía del Che, Almeida, Frank, con lo que se cierra una colección, ya que están editadas la de Camilo, Las Marianas, y la de Celia. Aclara que van a reeditar la iconografía de José Martí, que hace muchos años vio la luz, pero que en esta oportunidad las imágenes tendrán mayor calidad, ya que han pasado por un moderno proceso de restauración digital.

Más allá de la leyenda es otro libro que recoge 60 testimonios de cubanos y extranjeros sobre Fidel, además están las reflexiones del Comandante en Jefe en seis tomos. Refiere Eugenio Suárez que la oficina cuenta con los diarios de la guerra, que ya está concluido el cuarto tomo, con textos de gran utilidad porque aborda el desarrollo de la lucha día por día, lo que aporta una contribución básica para el estudio de esa parte de nuestra historia. El INRA, la Revolución hecha organismo, 1959–1963, es otro título en edición; también hay un plan para reproducir la biografía de María Antonio Figueroa y de Gloria Cuadra, dos santiagueras muy destacadas durante la lucha; además un testimonio de un participante en las acciones del 30 de Noviembre de 1956.

“Hay un proyecto en el que se labora —puntualiza el director de la OAH— denominado Los mártires de la Revolución en el enfrentamiento a Batista; una semblanza de cada uno de esos luchadores tanto de la clandestinidad, como de la Sierra Maestra, en cuyo empeño se cuenta con la ayuda de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, su instancia nacional y de cada provincia del país”.

La divulgación: que el conocimiento se expanda

Por otro la OAH publica el boletín digital mensual denominado Revolución, texto en PDF que llega a quienes lo soliciten con un amplio abanico de temas de la lucha insurreccional.

Suscriben los trabajos especialistas del centro que abordan reflexiones, curiosidades, aclaraciones de hechos de la guerra, entre otros aspectos. También, contiene las efemérides mensuales y las noticias de actividades realizadas en el mes por la OAH.

La revista Cinco Palmas, de frecuencia anual, fundada en mayo de 1994, es otra de las joyas que sirve como divulgación de la historia de la guerra de liberación nacional. Su título remite al encuentro de Fidel y Raúl en esa zona conocida como Cinco Palmas, el 18 de diciembre de 1956 tras la dispersión de Alegría de Pío.

No escapa a este valioso centro los encuentros con la historia, con aquellos protagonistas y testigos de la lucha insurreccional en las montañas y el llano, mediante la Cátedra de Estudios Celia Sánchez Manduley que sesiona el cuarto jueves de cada mes. La oficina se convierte en taller donde profesores, investigadores, estudiantes y pueblo en general asisten sistemáticamente para conocer de primera mano acontecimientos que condujeron al triunfo.

La OAH ha recibido donaciones que han nutrido el acervo existente. La institución tiene un hondo significado: proteger la memoria histórica de la nación y para ello cuenta con las condiciones necesarias y la tecnología más moderna.