María Luisa nunca alza la voz, te escucha con paciencia y siempre ayuda. Atributos que tal vez le legaron sus casi treinta años como profesora de Español-Literatura. A esta profesión hermosa, también le debe su constancia en defender el uso correcto del idioma.

Ella, además, es una enamorada de la historia. No se cansa de investigar sobre hechos, trascendencias, patriotas, fechas, lugares…, para lograrlo contrasta autores, publicaciones, llama a amigos y entendidos en la materia. Nunca descansa hasta especificar los detalles, esos que expone en sus libros y hace de cada uno excepcional.

Sus obras, dedicadas fundamentalmente al público infantil y juvenil, tienen como misión principal, según sus palabras, rescatar figuras, tradiciones y acciones relacionadas tanto con la nación cubana como con otros pueblos de nuestra América.

Desde hace algunas décadas sus textos integran el catálogo de la Casa Editorial Verde Olivo, y sus trabajos periodísticos pueden encontrarse en el sitio web de esta institución que se honra con sus saberes.

Divulgar la vida y obra de José Martí ha sido uno de los temas más abordados por María Luisa García Moreno últimamente, sobre ello y en homenaje al próximo aniversario 170 del natalicio del Héroe Nacional, quisimos que nos respondiera algunas preguntas.

Usted es especialista en lingüística y una constante estudiosa de la historia de Cuba, de la vida y obra de nuestros próceres de la independencia y sus continuadores como Fidel, el Che... Pero a José Martí la unen lazos especiales, tiene un estudio sobre él, ¿qué la motiva a divulgar la vida y obra del Maestro?, ¿Por qué dedica sus trabajos a los niños y jóvenes fundamentalmente?

─Efectivamente, especiales lazos afectivos e intelectuales me acercan a Martí. Creo que en su obra y en su quehacer tengo yo ─y tiene cada cubano─ un legado extraordinario; es difícil concebir un aspecto de nuestra vida actual acerca del cual no se haya pronunciado de una u otra forma. Su influencia es universal; pensemos, por ejemplo, en el evento “Martí y el equilibrio del mundo”, convocado por el Centro de Estudios Martianos: basta el nombre del evento para comprender que el pensamiento de Martí, a tantos años de su caída en combate, sigue siendo válido para hallar respuestas a los problemas del mundo de hoy.

”Creo que su fe ‘en el mejoramiento humano, en la vida futura y en la utilidad de la virtud’ (“Prólogo”, Ismaelillo, en Obras completas, t. 16, p. 17) debe prevalecer en cada ser humano y, para que sea así, debe prevalecer en las nuevas generaciones. Por eso escribo para ellos, creo que mi modesta obra puede ser una semillita y germinar en nuevas personitas que amen a su Patria, a sus héroes y muy especialmente a Martí, a Fidel, al Che…”

Como en las obras de José Martí, en sus textos se observa gran precisión por los detalles lingüísticos, estilísticos, por la palabra exacta, que motive, agrade, honre, ¿constituye esta práctica suya un legado del Maestro?

─Desde luego, Martí es un referente en lo que a la manera de decir se refiere. Su prosa, habitualmente florida y elegante, se vuelve límpida y sencilla en La Edad de Oro, sin perder ni elegancia ni belleza. Creo que sin irrespetar la capacidad de niños y jóvenes para entender, los que escribimos para ellos tenemosla necesidad “de poner el sentimiento en formas llanas y sencillas”. (“Prólogo”, Versos sencillos, en Obras completas, t. 16, p. 62)

¿Qué singularidades ha visto en la prosa y el desempeño de Martí que no pueden faltar en sus trabajos?

─A pesar de sus múltiples ocupaciones y su muy escaso tiempo, Martí privilegió La Edad de Oro como una vía de acercarse a niños y jóvenes. En ese empeño destacan sus esfuerzos por ofrecerles información sobre múltiples aspectos de la vida y hacerlo sin niñerías ni chiqueos, porque se comunica con seres pensantes, plenos de capacidades y habilidades: ese respeto al lector es algo que trato siempre de priorizar, tanto en mi labor periodística —en las revistas Zunzún y Pionero— como en mi obra literaria.

”Otra singularidad es la pasión por la historia, pasión de la cual me declaro heredera y que ocupa un espacio muy significativo en mi obra. Como él, cuento la vida de grandes héroes que han de convertirse en referentes éticos para las futuras generaciones.

”Nos une también —maestro él, maestra yo—una serie de criterios acerca de la formación en valores y, en especial, en valores como el patriotismo y la solidaridad. Martí enseñaba sin enseñar y yo, me esfuerzo por imitarlo”.

En sus obras, vincula al Maestro con el pasado y el presente, ¿por qué?

─Es que el propio Martí halló en el pasado buena parte de la inspiración y, además, de la explicación de su presente. De otro lado posee, como alguien dijo de Fidel, esa rara virtud de viajar al futuro y volver a contárnoslo, que es lo que explica la extraordinaria vigencia de su pensamiento. Por lo tanto, esa traslación temporal con respecto a Martí, resulta fácil.

¿Cómo se vinculó a la Casa Editorial Verde Olivo y por qué publicar sus obras bajo este sello?

─Comencé a trabajar para Verde Olivo hace más de veinte años como editora y nunca he dejado de hacerlo. Comparto la forma de acercarse a la historia patria y la pasión por defenderla. Por eso, cuando ya en plena madurez decidí comenzar a escribir, hallé en esta casa el aliento que necesitaba. Y lo digo siempre, aunque tengo libros publicados por otras editoriales, Verde Olivo es “mi” editorial.

Como autora, ¿qué importancia cree que tiene para las editoriales divulgar obras relacionadas con la vida y obra de José Martí?

En cierta ocasión, el director de una editorial y de otra cuyo perfil entra en las ciencias sociales, me dijo que Martí no estaba en sus intereses editoriales. Me resultó inconcebible. No hay línea editorial ajena a Martí: es tan amplio, tan diverso, que todas nuestras editoriales pueden hallar su pedacito. Es esencial.