Alrededor del mediodía del 26 de septiembre de 1967, cerca de la Higuera en un cruce de caminos conocido como Batán, paso obligado hacia Jagüey ─sitio hacia el cual se dirigía un grupo de integrantes de la guerrilla de Ernesto Guevara de la Serna, Che, en Bolivia en busca de medicinas y alimentos─, se escuchó un nutrido fuego de fusiles y ametralladoras.

El grupo de combatientes revolucionarios se había topado con una emboscada del ejército asesorado por instructores yanquis, y en desigual enfrentamiento murieron el cubano Manuel Hernández Osorio, Miguel, y los bolivianos Roberto Peredo Leigue, Coco, y Mario Gutiérrez Arcaya, Julio.

Miguel nació el 17 de mayo de 1931cerca del poblado de Santa Rita, en Jiguaní, perteneciente a la actual provincia de Granma.Apodado El Isleño, por ser hijo de un natural de Santa Cruz de Tenerife y de una cubana. Era trabajador incansable y rebelde de nacimiento contra las injusticias, razón que lo llevó en 1957 a incorporarse al Movimiento 26 de Julio en las minas de Charco Redondo y a escalar las montañas de la Sierra Maestra, junto a otros compañeros, con el objetivo de integrar las filas del Ejército Rebelde.

Por su decisión y valentía, en numerosos combates el Che lo seleccionó para integrar la Columna 8 Ciro Redondo, con la cual realizó la invasión desde Oriente hasta Santa Clara, en el centro del país.

Alcanzó los grados de capitán y, al igual que años más tarde en la guerrilla boliviana, se le asignó la responsabilidad de formar parte de la vanguardia de dicha columna.

Tras el triunfo revolucionario se mantuvo en las Fuerzas Armadas Revolucionarias con los grados de primer capitán, hasta que partió para sumarse a la gesta libertaria de Nuestra América a las órdenes del Che.

Coco nació en Cochabamba, Bolivia, el 23 de mayo de 1938. A los 13 años de edad se integró al Partido Comunista de Bolivia, entonces recién fundado, y a los 16 fue encarcelado junto a su hermano Inti y Rodolfo Saldaña por posesión de propaganda subversiva.

En 1963 colaboró con el Ejército de Liberación Nacional de Perú y un año después con el Ejército Guerrillero del Pueblo, a las órdenes de Jorge Ricardo Massetti. En Argentina conoció personalmente a José María Martínez Tamayo, uno de los cubanos organizadores de la base guerrillera en Bolivia.

Viajó a Cuba donde recibió entrenamiento militar y fue seleccionado por el Che para formar parte de su tropa, en cuyas filas se destacó por su entereza y firmeza de carácter.

A Julio, el triunfo de la Revolución lo hizo vibrar en lo más hondo.En 1962 se trasladó hacia Cuba donde matriculó la carrera de Medicina, convencido de que así podía aliviar las calamidades que sufrían sus hermanos, los pobres de Nuestra América.

Recién graduado, en febrero de 1967, comenzó a hacer realidad su sueño de combatir con las armas en mano por la definitiva independencia latinoamericana y lo hizo a las órdenes deljefe revolucionario, quien lo destinó a la vanguardia de la guerrilla, desempeñándose como magnífico combatiente y excelente médico.

En esta profesión tan humana, prestaba atención por igual a sus compañeros de armas que a los soldados enemigos heridos en combate.

ElChe resumió en un pensamiento su valoración sobre el cubano Manuel Hernández Osorio y los bolivianos Roberto Peredo Leigue y Mario Gutiérrez Arcaya, caídos en combate por la libertad de América, el 26 de septiembre de 1967: «El valor humano de los tres es imponderable […]».

Hoy el ejemplo de Miguel,  Coco y Julio está vigente en cada revolucionario y antimperialista, sus nombres aparecen en escuelas, hospitales y parques.Ellos demostraron con valor siempre a las órdenes del Guerrillero Heroico, que un mundo mejor es posible.