Otra vez, El Mayor resucita
Desenvaina el machete y ordena a sus hombres que es preciso rescatar al general de brigada Julio Sanguily vivo o muerto, o perecer en la gesta.
Aquel hecho pasó a la historia como una de las más extraordinarias acciones de armas; un acontecimiento que levantó el ánimo en el campo cubano en momentos difíciles y electrizó prácticamente a todo el mundo.
Fueron muchos los combates del hombre que se cubrió de gloria al frente de 35 jinetes para protagonizar esta audaz hazaña. Sobresalieron las cargas de caballería, pues la experiencia adquirida le permitió introducir cambios en el empleo táctico de esta, lo que le imprimió gran movilidad para lograr la sorpresa en el combate.
Solo tenía 31 años cuando cayó luchando en los potreros de Jimaguayú. El 11 de mayo de 1873 había recibido noticias en la madrugada sobre la presencia enemiga en los contornos de Cachaza en los llanos de Camagüey.
En medio del combate, una bala enemiga le penetró en la sien derecha y le causó la muerte inmediata. Su cadáver cayó en manos del enemigo, quien lo profanó y terminó por incinerar y hacer desaparecer sus restos en un intento fútil de anular su ejemplo y acabar con la moral de combate y la campaña libertaria.
Su muerte causó gran dolor y conmoción en los mambises, porque a pesar de su juventud, la trayectoria del Mayor en el momento de su partida física, ya era brillante.
Las consecuencias de la muerte de Ignacio Agramonte resultaron incalculables. Constituyeron un golpe para los revolucionarios camagüeyanos y para todos los combatientes cubanos.
En lo adelante, profundizar en su legado lleno de humanismo se ha hecho impostergable también por el ejemplo de estricta organización y disciplina impuesto a sus tropas.
Desde la prosa genuina lo eternizó Silvio Rodríguez y hoy vuelve El Mayor, cabalgando sobre una palma escrita” y resucitando hoy, a la distancia de 148 años.
Fuente consultada: Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Primera Parte. Tomo 1. Biografías. Colectivo de autores. Casa Editorial Verde Olivo, 2014.
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