Henry Reeve, símbolo de solidaridad

04 de Agosto de 2022

Henry Reeve, el norteamericano cuyo nombre llevan nuestras brigadas médicas internacionales, nació en Brooklyn, Nueva York, el 4 de abril de 1850. No fue el único estadounidense que se sumó al ejército mambí; pero sí quizás el más conocido.

 

Muy joven aún, se enroló en la expedición del vapor Perrit como ordenanza del general Thomas Jordan, que desembarcó el 11 de mayo de 1869 por la península El Ramón, en la bahía de Nipe. Ese mismo día sostuvo su primer combate.

 

El 27 de mayo de 1869 cayó prisionero junto con otros compañeros en Las Calabazas y fueron sometidos a la pena de fusilamiento en masa; sin embargo, a pesar de que recibió cuatro impactos de bala, pudo escapar a la muerte y arribar al campamento de El Mijial, donde se encontraban fuerzas mambisas.

 

Repuesto de sus heridas se trasladó a Camagüey, y en octubre de 1869 fue nombrado ayudante de Jordan, jefe del Estado Mayor General del Ejército Libertador. En marzo de 1871 se subordinó a las fuerzas del mayor general Ignacio Agramonte, con quien participó, entre otras acciones, en la legendaria carga protagonizada por 35 bravos a las órdenesdel Mayor para rescatar al entonces general de brigada Julio Sanguily (8 de octubre de 1871). También combatió en Jimaguayú, donde cayó el Mayor (11 de mayo de 1873).

 

Se subordinó al nuevo jefe de Camagüey, el mayor general Máximo Gómez, quien lo nombró jefe de la 1.a división de la caballería. Con esa tropa participó, entre otros, en el combate de Santa Cruz del Sur (28 de septiembre de 1873), donde recibió heridas graves en una pierna que le provocaron seis meses de convalecencia y le dejaron secuelas.Para continuar activo, empleaba una prótesis metálica unida a la extremidad afectada; también se hizo de un dispositivo que lo mantenía firme sobre su cabalgadura. En julio de ese año fue ascendido a coronel y casi seis meses después, el 10 de diciembre de 1873, a general de brigada.

 

El 6 de enero de 1875 apoyó el cruce de la trocha de Júcaro a Morón del contingente invasor que marchaba hacia Las Villas a las órdenes del Generalísimo y quedó al mando de las fuerzas en Camagüey. Poco después se incorporó a las fuerzas de Gómez. Como jefe de la 2.a división, el 30 de noviembre cruzó el río Hanábana, entróa Matanzas y se convirtió en la vanguardia del contingente invasor. Poco después reorganizó la brigada de Colón y,al frente de ella, libró varios combates.

 

Las fuerzas de Reeve habían quedado separadas del resto del contingente invasor; no obstante, continuaban combatiendo.

 

El 3 de agosto, Reeve supo de la cercanía de una columna española y situó una emboscada en Cayo del Inglés, en Yaguramas. Al día siguiente, cuando apareció la vanguardia hispana, ordenó la carga; pero el combate cuerpo a cuerpo resultó desfavorable a los mambises que enfrentaban una fuerza cuatro veces superior.

 

El Inglesito dispuso la retirada y se mantuvo con el grupo que la cubrió, circunstancia en la que recibió dos nuevas heridas y perdió la cabalgadura, lo que unido a su invalidez lo dejó desamparado frente a los españoles.

 

A punto de caer en manos del enemigo, el heroico combatiente decidió reservar para sí su última bala. Cuando peleó su postrero combate por la libertad de Cuba, el 4 de agosto de 1876, contaba con 26 años de edad; durante siete años y tres meses había librado unas cuatrocientas acciones y había crecido desde soldado hasta brigadier del Ejército Libertador por méritos de guerra.

 

Enrique el Americano, como le llamaba Agramonte, o el Inglesito, como le decían en el resto de la Isla cubanos y españoles, quedó para siempre sembrado en tierra cubana como símbolo de solidaridad. Por eso, su nombre y su ejemplo continúan librando nuevos combates y, al frente de las brigadas médicas internacionalistas cubanas, puede hallársele en cualquier rincón del mundo.

 

Comentarios

En este sitio no se admiten comentarios que violen, incumplan o inciten a romper legislaciones cubanas vigentes o atenten y dañen el prestigio de alguna personalidad o institución, así como tampoco aquellos que contengan frases obsenas, groseras o vulgares. Verde Olivo se reserva el derecho de no publicar los comentarios que incumplan con las normas antes expuestas.

To prevent automated spam submissions leave this field empty.
CAPTCHA
Esta pregunta es para probar si usted es o no una persona real e impedir el envío automatizado de mensajes basura.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres que se muestran en la imágen.