Patria: un periódico alto y hermoso

14 de Marzo de 2024

Patria: un periódico alto y hermoso. Ilustración: Toledo

Fundado por José Martí el 14 de marzo de 1892 y entrañablemente unido a la labor del Partido Revolucionario-cubano(PRC), el periódico Patria fue la voz de la emigración cubana y contribuyó, de manera especial, a intensificar la campaña de propaganda revolucionaria a favor de la lucha por la independencia de Cuba y Puerto Rico.

 

Bajo la dirección de Martí, Patria fue un soldado al servicio de la Revolución. Mientras nuestro Héroe Nacional vivió, la existencia y el papel que desempeñaba Patria constituyeron para él una constante y esencial ocupación. Incluso, luego del trágico fracaso del Plan de La Fernandina y durante los meses en que desesperadamente buscaba la forma de llegar a Cuba y, más aún, cuando a través de un cablegrama fechado el 26 de febrero y firmado por Gonzalo de Quesada y Benjamín Guerra, y de la publicación de la noticia en el Listín Diario, de Santo Domingo, el Apóstol y el Generalísimo conocieron del estallido de la Guerra Necesaria. Patria nunca dejó de ser para Martí una prioridad.

 

El empleo de la prensa fue parte de la estrategia seguida por el Apóstol para organizar y llevar a cabo la nueva contienda. Por eso —en medio de la cerrada vigilancia a que estaba sometido; de la tensión de los preparativos; de los inconvenientes surgidos con la partida de los Maceo, Flor Crombet y otros desde Costa Rica e, incluso, ya en plena manigua redentora, sumido en la preocupación de dar forma a la guerra—, nunca dejó de pensar en Patria.

 

 

Prueba de ello son las continuas referencias a la publicación que pueden encontrarse en las cartas dirigidas a Quesada y Guerra, sus más cercanos colaboradores en el PRC. Así escribe al primero el 3 de febrero de 1895:

 

“No deje caer los hilos levantados. Dos notas hay que acentuar incesantemente en Patria: —el convite continuo a los españoles— y lo que importa aún más que esto, la declaración continua de que […] jamás se ha osado nadie a creer que pueda haber mañana en la hora del esfuerzo común, el menor recelo, la menor censura la menor lejanía, la mejor reminiscencia de amargura, la menor arrogancia fraticida de prioridad de parte de los cubanos confesos de la revolución con los cubanos tácitos, —con los autonomistas— […] Y esa nota, un día y otro, —con fe en nuestra obra— […] Y póngalo de manera que se sepa que ese fue siempre, y es ahora, mi modo de pensar. Usted hallará modo pintoresco y ferviente de decirlo […] Que vean que eso es esencia, y prédica constante, de nuestra doctrina”.1

 

En resumen, Patria como vocero de la unidad revolucionaria entre todos: cubanos de todas las razas y credos, y españoles asentados en esta tierra.

 

“Embellezcan y regularicen a Patria —les escribe el 26 de febrero: Muchas noticias ahora […] Un fondo, con las ideas fijadas, vueltas y revueltas: todo lo de Cuba: y siempre una amenidad revolucionaria, biografía o leyenda”.2

 

 

Dos conceptos claves expresaba Martí: las líneas o temas a desarrollar estaban definidos y debían ser tratados una y otra vez, pero de forma amena y diversa.

 

“¿Pondrán a escribir ahora a más manos, para que Patria esté siempre a tiempo, ahora que puede ser y debe, periódico de muchas noticias?”,3 les orienta en carta del 25 de marzo. Y está claro: se requerían más manos, pues faltaba el incansable trabajador devenido guerrero y otros habrían de continuar e intensificar la delicada labor de acuerdo con las exigencias de las nuevas circunstancias.

 

 

Refiriéndose al Manifiesto de Montecristi, les escribe el 10 de abril:

 

“Que en todas formas cunda en Cuba, no perdonen esfuerzo para esparcirlo en Cuba. De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace, ganémosla a pensamiento. Por eso […] Patria ha de ser ahora un periódico especialmente alto y hermoso. Antes, pudimos descuidarlo o levantarlo a braceadas: ahora no. Ha de ser continuo […] Y siempre los mismos puntos principales: capacidad de Cuba para su buen gobierno, —razones de esta capacidad,  incapacidad de España […] decadencia fatal de Cuba y alejamiento de sus destinos bajo la continuación del dominio colonial español, diferencias patentes entre las condiciones actuales de Cuba y las de las repúblicas americanas cuando la emancipación,  moderación y patriotismo del cubano negro, y certeza probada de su colaboración pacífica y útil, —afecto leal al español respetuoso, —concepto claro y democrático de nuestra realidad política, y de la guerra culta con la que se la ha de asegurar”.4

 

Bien conocía de las mentiras y estratagemas de la propaganda enemiga y sabía de la imperiosa necesidad de contrarrestarla. Bajo ningún concepto pasaría ahora como cuando la Guerra Chiquita, que por temor a una guerra de razas, fue marginada una figura de la talla y prestigio de Antonio Maceo.

 

Como ya se ha dicho, Patria era parte de la estrategia militar y política trazada por Martí. De igual forma, la prensa cubana contemporánea, y en particular Verde Olivo, continuadoras de ese legado, están conscientes del significado de su labor en el combate de hoy. Y puesto que, aunque las circunstancias han variado, algunos de los lineamientos trazados por ese hombre genial que es José Martí —como el llamado a la unidad de todos los cubanos— mantienen plena vigencia, nos proponemos hacer de nuestra revista “un periódico alto y hermoso”.

 

Referencias:
1 García Pascual, Luis y E. Moreno: Epistolario martiano, t. V,
Editorial de Ciencias Sociales, 1993, pp. 60-61.
2 Ibídem, p. 82.
3 Ibídem, p. 124.
4 Ibídem, pp. 152 y 153. El destaque es de la autora de este trabajo.
 

Comentarios

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