Raúl Modesto
No había cumplido aún los cinco años Fidel, cuando en Birán, el 3 de junio de 1931, nació el cuarto hijo de la familia formada por Ángel Castro y Lina Ruz —Ramón y Angelita eran los mayores—. Le llamaron Raúl Modesto.
Su primer nombre procede del francés Raoul, que, a su vez deriva del germano y el nórdico antiguo Raðulfr, formado por rao, “aconsejar” y ulfr, “lobo”; por eso, se dice que su significado gira alrededor de la expresión “consejero valiente como un lobo”.
Por otra parte, la palabra modesto viene del latín modestus, “moderado”, adjetivo derivado de modus, “medida” y relacionada con el verbo moderari, “mantener algo dentro de una medida”. Se asocia con la raíz indoeuropea med- y las palabras molde, moda, médico y meditar. El adjetivo indica modestia, humildad, carencia de vanidad o engreimiento; es una virtud. Este adjetivo se emplea con relativa frecuencia como nombre propio y también como apellido. En el santoral (calendario que precisa los santos asignados a cada día del año) le corresponde el 24 de febrero, en homenaje al obispo de Tréveris, quien a finales del siglo V era conocido por su dedicación a los pobres. En heráldica, está recogido este apellido, vinculado con las Islas Canarias.
Si asociamos estas ideas que ofrece la etimología a la personalidad de nuestro querido Raúl, veremos que ha sido un valiente leal para su hermano Fidel, para nuestro pueblo y nuestras instituciones, así como para las gloriosas fuerzas armadas; que como los lobos ha sido gregario —“dicho de una persona que está en compañía de otras sin distinción”—, lo que alude a su franca camaradería y carácter campechano —“que se comporta con llaneza y cordialidad, sin imponer distancia en el trato”—; aunque, cada vez que la vida lo ha puesto en esa situación, y ello ha ocurrido con frecuencia, ha asumido las responsabilidades del líder —“persona a la que un grupo sigue reconociéndola como jefe u orientadora”—. Sin embargo, hay que decir que su modestia le permitió —durante mucho tiempo, aun teniendo las cualidades para ser el máximo líder, como más tarde se demostraría— mantenerse tras la excepcional figura de su hermano Fidel, de quien siempre ha sido su más ferviente seguidor.
En cuanto al apellido —ya lo dije en otra ocasión— en la lejana Galicia, los castros, del latín castrum, eran —o son, porque abundan sus restos arqueológicos— “poblados fortificados en la Iberia romana”, “altura donde quedan vestigios de fortificaciones antiguas” o “sitio donde estaba acampado y fortificado un ejército”.
Por eso, los líderes históricos de nuestra Revolución son nuestra columna vertebral y fortaleza.
Tomado de Revista Verde Olivo. Edición Especial, No.1, 2021
Comentarios
En este sitio no se admiten comentarios que violen, incumplan o inciten a romper legislaciones cubanas vigentes o atenten y dañen el prestigio de alguna personalidad o institución, así como tampoco aquellos que contengan frases obsenas, groseras o vulgares. Verde Olivo se reserva el derecho de no publicar los comentarios que incumplan con las normas antes expuestas.