El hombre salvó almas y piedras

31 de Julio de 2023

A Eusebio Leal lo define su poética infinita de ser humano grande e incansable creador. Foto: Roberto Garaicoa

Hasta las clases del diplomado «Medios para comunicar el patrimonio» llegó aquel mayo de 2018 con su traje gris. La historia sobre el permanente uso de ese vestuario fue uno de los tantos relatos con los que Eusebio Leal Spengler nos fascinó durante el encuentro de esa jornada, a la que asistimos colegas de los medios de prensa cubanos y foráneos.

 

Al entrar al aula, en la sede del centro A+ Espacios Adolescentes lanzó unas insospechadas disculpas: «Llegué tarde porque no estaba completamente seguro de que era este el lugar donde estarían hoy. No pude llamar para confirmarlo pues ya venía en camino y no uso celular; es que hace poco tuve una ruptura en la que fui “tecnológicamente inocente”».

 

Las risas colectivas brotaron sin disimulo mientras el Historiador de la Habana prosiguió. «Es cierto, no se rían, sucede que no supe cómo borrar un mensaje comprometedor y decidí prescindir de ese aparato. El que me quiera ver que me busque y me encontrará en las calles de La Habana Vieja».

 

La jocosa manera con la que inició el diálogo no fue casual ni tampoco incierta. Allí compartió su manera de pensar sobre el uso de las tecnologías, que aún considerándolas valiosas, convidó a no sustituirlas por el aprendizaje consciente. «Soy de esos niños que debían aprender las cosas de memoria y de esa forma continúo», dijo.

 

Con Eusebio Leal de frente hablándonos, cautivándonos desde la pasión de la verdad histórica, avizoramos desde el primer instante un curso prometedor; resultado de uno de los tantísimos proyectos de la Oficina del Historiador de la Ciudad de la Habana (OHCH) para involucrar en pensamiento y creación a las personas con la gestión del patrimonio.

 

En sus propias palabras constatamos la pasión ilimitada por la salvaguarda de la historia. Una necesidad que se hizo creciente desde 1967 cuando empezó a luchar por las rejas que no debían perderse, las celosías que quitaban, los trabajos de forja, y su oficina se llenó en vez de papeles, de tejas, clavos…, entonces oficialmente inició en las labores de construcción. Del apego a aquellos trabajadores viene su ropa, nacida en ese fragor de edificar y hacer.

 

En lo adelante lo hicieron inmenso su desvelo por encontrar en las calles y edificios de la vieja Habana el secreto del tiempo. El mejor discípulo de Emilio Roig se convirtió en su continuador, para junto al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz salvar la capital de la Isla.

 

El origen de esa idea quijotesca, para la que nuestro líder de la Revolución le dio voluntad política, nació durante un viaje donde ambos hablaron del destino de La Habana Vieja. Un principio de autoridad que se consolidó en el Decreto-Ley No. 143 de octubre de 1994 para cambiar la historia del patrimonio cultural.

 

Pero lo más difícil según nos comentó Eusebio vino después. Dialogar con una persona que veía edificar un museo justo al lado de su casa a punto de derrumbe se hizo para él cotidiano y necesario. 

 

En ese intercambio con los habitantes buscó siempre no la imposición de unan idea sino el consenso sobre la base de una decisión política. Poco a poco demostró, con el quehacer diario, la utopía posible de una ciudad patrimonial con ancianos y jóvenes, escuelas, viviendas, donde la gente viva y trabaje, prospere y redescubra que la ciudad puede darle. En eso se convirtió el Centro Histórico de la capital, La Habana dejó de ser solo el barrio o la ciudad en que vivía el historiador para ser prácticamente el motivo de su vida.

 

Logró transformar la institución en una verdadera red económica y cultural con hoteles, restaurantes, tiendas, museos y talleres de construcción y restauración, capaces de generar los fondos necesarios para la preservación del Centro Histórico. Los resultados son visibles y crecen con el tiempo.

 

Al historiador de la Ciudad de La Habana le acompañó, para convencer, su voz dulce y profunda con la cual sumaba y conmovía. Su memoria vasta acumulaba no solo los acontecimientos personales sino la grandeza de la historia Patria.

 

En esa búsqueda abrazó la investigación permanente sobre la vida del hombre que el 10 de octubre de 1868 liberó a sus esclavos en el ingenio Demajagua. Leal hizo de Céspedes una figura tutelar de su pensamiento y, con el paso del tiempo, logró concebir una biografía personal del insigne bayamés que lo llevó a conocer su grandeza como libertador hasta sus más profundas interioridades.

 

«Céspedes es la piedra angular, la figura esencial en esta historia; es como esa piedra que se coloca en el centro del arco y que determina su fuerza. Él es el principio», expresó Eusebio.

 

En 2019, aupados en un homenaje común e hilo pasional de su obra investigativa, Eusebio Leal presentó la revista Verde Olivo especial para homenajear el bicentenario del natalicio del Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes. El sitio fue aquella misma Calle de Madera a cuyo suelo se aferró el día en que anunciaron cambiarla, mientras el aludió que solo lo permitiría si su cuerpo también quedaba atrapado en el asfalto.

 

Ese lugar donde hoy la literatura se multiplica gracias al espacio Sábado del Libro y a otras presentaciones, mantiene la morfología que el Historiador luchó por preservar.

 

De Eusebio Leal guardamos su poética infinita de ser humano grande e incansable creador. Para él su destino fue Cuba, su cultura y La Habana. Defendió y amó lo que creía con la bravura de quienes desafían todos los contratiempos.

 

Entre muchos méritos sobresale la unión de voluntades, conocimientos, recursos y contribuciones para una obra colectiva que lideró por muchos años y es hoy referencia en Cuba y el mundo.

 

Cuando en 2020 desde el Salón de los Pasos Perdidos del capitolio nacional recibió homenaje póstumo tras fallecer el último día de Julio, Cuba asumió como eterna su obra. Su partida fue solo física pues la obra que nos legó permanece guiándonos en el difícil camino de preservar las tradiciones y magia de la otrora villa de San Cristóbal.

 

De los múltiples saberes que nos legó queda su voluntad de salvar un país a ultranza, cada cual en la cuarta de tierra que nos toca. Muchas veces lo repitió en sus entrevistas: «La verdadera restauración es Cuba». 

 

Fuentes consultadas:

 

Eusebio Leal: “La belleza es tan importante para la vida como el pan”, 20 de junio de 2013.

Entrevista de Onedys Calvo Noya y Marjorie Peregrín Avalo, para la emisora Habana Radio realizada en mayo de 2019.

  • Como martiano riguroso se aferró al trabajo incansable de todos y para todos. Foto: Roberto Garaicoa Martínez

  • Durante la presentación de la revista Verde Olivo especial dedicada al bicentenario del natalicio de Carlos Manuel de Céspedes.

  • Durante la presentación de la revista Verde Olivo especial dedicada al bicentenario del natalicio de Carlos Manuel de Céspedes.

  • Durante la presentación de la revista Verde Olivo especial dedicada al bicentenario del natalicio de Carlos Manuel de Céspedes.

  • Encuentro del doctor Eusebio Leal con los estudiantes del diplomado Medios para Comunicar el Patrimonio 2018.

Comentarios

En este sitio no se admiten comentarios que violen, incumplan o inciten a romper legislaciones cubanas vigentes o atenten y dañen el prestigio de alguna personalidad o institución, así como tampoco aquellos que contengan frases obsenas, groseras o vulgares. Verde Olivo se reserva el derecho de no publicar los comentarios que incumplan con las normas antes expuestas.

To prevent automated spam submissions leave this field empty.
CAPTCHA
Esta pregunta es para probar si usted es o no una persona real e impedir el envío automatizado de mensajes basura.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres que se muestran en la imágen.