El legado del Guerrillero Heroico Ernesto Guevara de la Serna, Che, perdura en cada página de la Historia de Cuba y se manifiesta a través de sus valiosos escritos. Muchos de ellos aparecen publicados en la revista Verde Olivo, de la cual fue fundador.

Al conmemorarse otro aniversario de su desaparición física esos textos resurgen con una vigencia sin igual, demandada por los desafíos que enfrentamos los revolucionarios en la actualidad.

En su artículo Moral y disciplina de los combatientes revolucionarios, publicado en el órgano de prensa de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) el 17 de marzo de 1960, nos ofrece una profunda reflexión sobre elementos fundamentales de nuestras gestas emancipadoras: la moral, ética y disciplina. Estas ideas, aún vigentes, constituyen el corazón del Ejército Rebelde en la lucha por la justicia.

Al examinar el papel crucial de estos valores el Che define la moral de lucha como una fuerza combativa y fe en el triunfo final, lo cual es esencial para enfrentar los desafíos actuales. En un mundo donde la desigualdad y la injusticia persisten, estos conceptos constituyen impulso para las luchas justas a pesar de las adversidades y aparentes desventajas. «La moral en un sentido heroico es esa fuerza combativa, esa fe en el triunfo final y en la justicia de la causa que lleva a los soldados a efectuar los más extraordinarios hechos de valor».

La disciplina, por su parte, desempeña un papel crucial en el combate permanente por un mundo mejor. En un contexto moderno se manifiesta a través de una planificación estricta y constancia en nuestros esfuerzos. Como dijo el Che: «la disciplina exterior, impuesta desde fuera, se combina con la disciplina interior, nacida del convencimiento y la convicción personal. Esta combinación de disciplina nos permite perseverar, superar obstáculos y mantenernos firmes en nuestros ideales».

En la diferencia entre el Ejército Rebelde y los mercenarios está el ejemplo. Mientras que en el ejército enemigo predominaba una disciplina exterior en el nuestro se sustentaba en principios éticos que impulsaban a los soldados a luchar con convicción y compromiso.

En sus palabras el Guerrillero Heroico enfatizaba que el sentimiento de justicia detrás de una causa y el deber de la entrega total a ella eran los pilares fundamentales de la moral del Ejército Rebelde. Aunque el tiempo ha pasado desde la publicación original en la revista, la importancia de ambas concepciones se mantiene intacta. Hablamos de valores indispensables en cualquier escenario para construir un futuro más equitativo.

La experiencia del Ejército Rebelde y los principios expuestos por Ernesto Guevara constituyen fuentes de inspiración para las generaciones actuales.

Nos insta a mantener la ética en las batallas cotidianas pues, aunque el contexto ha cambiado, la determinación y la fuerza moral son vitales para alcanzar los objetivos en pos del bien común.

Guiados por esos ejemplos podemos enfrentar los desafíos actuales con creatividad y valor. En cada línea de este trabajo, publicado hace 63 años, el Che nos impulsa a trascender las barreras, nos anima a ser protagonistas de la historia que construimos, a cultivar la moral, la disciplina y la pasión por la justicia social.

Valores fundamentales que invita a preservar desde la institución que integramos: «Debemos ser, pues, guía de la población civil. Mucho más difícil que pelear, mucho más difícil aún que trabajar en las áreas pacíficas de construcción del país, es mantener la línea necesaria sin desviarse un centímetro de ella durante todas las horas de cada uno de los días. Cuando se logre en todas nuestras fuerzas armadas la cohesión suficiente y a nuestra moral de lucha se agreguen una alta moral ética con el complemento necesario de las disciplinas interior y exterior, se habrá logrado la base firme y duradera del gran ejército del futuro, que es el pueblo entero de Cuba».

Es nuestra responsabilidad mantener viva esta herencia revolucionaria para actuar con integridad y respetar todos los derechos. Al abrazar estas cualidades podemos enfrentar los retos modernos con una perspectiva inspirada en los principios que guiaron al Ejército Rebelde.

Fuentes consultadas:

Moral y disciplina de los combatientes revolucionarios, Verde Olivo, 17 de marzo, pp. 12-15.