Quizás las nuevas generaciones no conozcan el quehacer y la grandeza extraordinaria del coronel Orlando Cardoso Villavicencio, un hombre que con solo veinte primaveras fue hecho prisionero de guerra y resistió diez años, siete meses y un día bajo el régimen duro y hostil de una cárcel en Somalia.

La estrella que lleva en su uniforme lo identifica como Héroe de la República de Cuba, título que Villavicencio en su opinión, nunca imaginó merecer;sin embargo hoy, a 36 años del regreso a su Patria,Cuba ratifica al héroe que admira por su coraje, valentía y resistencia.

Vinculado en lo profesional y humano con la Casa Editorial Verde Olivo, Villavicencio ha publicado en los últimos años obras como Wendy y el duque Pedro, El reino embrujado, Amor y espada, Lamento y perdón y el conmovedor testimonio Reto a la soledad.Merecedor, además, en el 2005 del Premio Puerta de Espejo que otorga la Biblioteca Nacional José Martí.

Por eso, héroe, sí, eso es para el pueblo cubano. Este gran hombre, ejemplo de lo que significa amar a la Patria y dar a conocer su historia  a cada revolucionario.

Tu libertad

Ya pudiste ver el sol,

las calles te dieron la bienvenida.

Las palmas danzaron en son de aplausos,

el cantar de las aves anunció tu llegada.

Aquí estás muchachón,

ya no tan larguirucho

ni tampoco con tu castaña melena.

Llegaste tranquilo, casi mudo,

hipnotizado, no lo creías.

Rita, tu madre, te acompañó,

Raúl esperaba a tu arribo. 

El pueblo lo anhelaba,

no sabías cuánto

había hecho Fidel.

Ya andas,

insistes en tu voluntad,

eres todo un incansable.

No olvidas tu década y

a todos nos contagias.

Tu reto ya no es a la soledad,

están tu familia, tus hijos, nietos,

tus amigos y compañeros.

Tu firmeza de héroe,

nos inspira a seguir.

¡Muchas felicidades!

¡Por esta libertad!

Teniente coronel Ana Dayamín Montero Díaz