Cuando el pueblo liberó a su vanguardia

14 de Mayo de 2021

Fidel encabezó el segundo grupo de moncadistas liberados el 15 de mayo de 1955. Foto: Internet

Día de júbilo en Cuba aquel 15 de mayo de 1955, cuando la voluntad del nuestro pueblo logró la amnistía de los asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

 

Con ello, Fidel Castro Ruz y sus compañeros moncadistas, dejaban atrás el Reclusorio Nacional para Hombres de Isla de Pinos, también conocido como Presidio Modelo, donde permanecieron durante 22 meses al ser condenados luego de la gesta heroica del 26 de julio de 1953 y tras unas elecciones fraudulentas en 1954 donde hasta los muertos aparecieron como votantes.

 

Las emociones de ese suceso quedaron plasmadas en imágenes para la historia; los conmovedores encuentros de los jóvenes revolucionarios con familiares y amistades.  Allí, quedó reflejado para siempre el desconsuelo de la Heroínas del Moncada Haydeé Santamaría y Melba Hernández, ante el recuerdo de los caídos.

 

El origen de esta liberación fue el resultado de muchos. Un ejemplo fue el de los familiares de los moncadistas, bajo la orientación de Fidel, que alcanzan a transformar en movimiento una campaña nacional, apoyada por diversos sectores de la sociedad. Con ello, logran trascender a los medios de comunicación de la época, y provocan una presión popular de tal magnitud, que el régimen dictatorial cede a la amnistía; pagando un alto costo político pues sus planes incluían el asesinato de Fidel.

 

Tras la excarcelación, el joven abogado Castro Ruz ofreció una conferencia de prensa. Al terminar, entregó a los periodistas un Manifiesto al pueblo de Cuba y en él, precisa: “Nosotros sabremos cumplir con el deber que demanda la patria. Nuestra libertad no será de fiesta o descanso, sino de lucha y deber, de batallar sin tregua desde el primer día, de quehacer ardoroso por una patria sin despotismo ni miseria, cuyo mejor destino nada ni nadie podrá cambiar. El país se yergue formidablemente contra los que lo maltratan, se ve surgir una fe nueva, un despertar inusitado en la conciencia nacional. Pretender ahogarla es provocar una catástrofe sin precedentes cuyos funestos resultados caerán sobre las cabezas de los culpables. Los déspotas pasan, los pueblos perduran”.

 

En horas de la noche, se trasladaron los miembros de La Generación del Centenario y su líder en el buque El Pinero. Durante la travesía hacia Batabanó se decidió el nombre de la organización: Movimiento Revolucionario 26 de Julio.

 

Tras muchas horas sin dormir, abordaron el tren que los llevaría a La Habana, el cual fue colmado de personas cuando arribó a la estación de ferrocarriles de la capital. Cuentan que aún no se había detenido del todo cuando la multitud se lanzó hacia él, sacaron a Fidel por la ventanilla y lo pasearon en hombros. A la espera estaban también madres de mártires del asalto al Moncada, quienes desplegaron la enseña nacional y entonaron las notas del Himno de Bayamo.

 

Ese día, el presidente de la Federación Estudiantil Universitaria, José Antonio Echeverría, anunció una concentración en la escalinata para recibir a los excarcelados. Sería el 20 de mayo bajo la consigna: Por la Patria de Martí. Sin embargo, la fuerza policial impidió la celebración del acto.

 

Mas no sería esta la única vez que el régimen trataría de evitar el contacto de Fidel con el pueblo. Incluso se le impidió hablar en la radio y comparecer en la televisión. Además, fue constantemente perseguido. Tras semejante circunstancias, optó por marcharse del país. Antes, dejó unas declaraciones que ningún medio difundió: “Como martiano, pienso que ha llegado la hora de tomar los derechos y no de pedirlos, de arrancarlos en vez de mendigarlos. Residiré en un lugar del Caribe. De viajes como estos no se regresa o se regresa con la tiranía descabezada a los pies”. 

 

Salía entonces para el exilio mexicano. Era el 7 de julio de 1955. Con él ya llevaba la necesidad del nuevo y definitivo asalto armado por la soberanía de Cuba.

  • Las combatientes Melba Hernández y Haydeé Santamaría, acompañaron al líder revolucionario tras su excarcelación. Foto: Internet

  • A bordo de El Pinero, los moncadistas saludaron a compañeros y amigos que los aguardaban en el muelle de Batabanó. Foto: Internet

  • En la Terminal de Ferrocarriles de La Habana Fidel fue vitoreado por la multitud. Foto: Internet

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