La Comandancia de Macustodia durante la Guerra de Liberación Nacional
Macustodia es una fértil comarca de suelos negros de la precordillera de la Sierra Maestra en su vertiente norte; ubicada a unos 15 kilómetros de la Carretera Central; equidistante de Palma Soriano y Contramaestre. Allí, en la finca de Ramón González Prado, Mongo; radicó la Comandancia de Guillermo García Frías desde septiembre hasta los últimos días de diciembre de 1958.
En Macustodia estuvo también la Auditoría del III Frente, en la finca de RembertoGé Fernández; cuya auditora jefa fue Melba Elena Hernández Rodríguez del Rey, Heroína del Moncada.
La tropa dislocada en los alrededores de Macustodia, en lugares como Limoncito, San Ramón de Guaninao, Charco, La Trinchera y Caney del Sitio, fue muy activa: cumplió el encargo de Fidel de hostigar e —incluso— impedir el tránsito de las fuerzas y medios de la dictadura por la Carretera Central, entre Palma Soriano y Contramaestre.
Varias acciones combativas dan fe de ello como los combates de: Dos Palmas, el 20 de septiembre de 1958, en el que cayeron el capitán Roberto Ramírez Delgado y los soldados Juan MacklawLotti y Esteban Manso; Las Cruces, el 8 de noviembre, donde cayó Julio Casamayor Camejo (combatiente del alzamiento del 30 de noviembre en Santiago de Cuba); Cruce de Lajas, el propio día 8, en el que murieronRaúl Casamayor y Raúl Infante;y el de Ruedas de Carreta, donde murió el teniente Eugenio González Montada.
Sin embargo —tal vez— la acción de mayor connotación en la que participaron los combatientes de la Comandancia de Macustodia antes de la batalla de Maffo y de la toma de Palma Soriano, fue la de El Paraná, el 27 de septiembre.
En el lugar conocido por Loma Blanca, entre La Torcaza y el central América, la tropa de Guillermo emboscó al Batallón 10, que bajo el mando del teniente coronel Nelson Carrasco Artiles, había salido desde Maffo con la misión de avanzar, con punto de partida en La Torcaza hacia la ubicación permanente de la columna guerrillera en Macustodia y San Ramón de Guaninao y aniquilarla, o al menos, provocar su repliegue hacia el macizo montañoso. Para luego masacrar a varios pobladores, los que aparecerían como bajas rebeldes.
El golpe rebelde fue demoledor: le causaron 25 bajas al Batallón 10, compuesto por unos 300 efectivos. Entre las bajas estuvo el jefe del batallón, teniente coronel Carrasco, herido en una pierna: el oficial de más alta graduación capturado por el Ejército Rebelde durante toda la Guerra de Liberación Nacional. También fueron capturados cuatro soldados. Además, se le ocuparon 10 armas largas y varias cajas de cartuchos calibre 30,06. Sobre este combate, el comandante Guillermo escribió que había sido: "nuestra mayoría de edad".
En carta a Almeida el 8 de octubre de 1958, el Comandante en Jefe expresa: “Te felicito por el golpe formidable del teniente coronel. Recibí las estrellitas y el carnet (sic). Cuando esté bien mándamelo para acá”.
La tropa de Guillermo sufrió dos heridos durante esa acción: el capitán Vilo Acuña y el teniente Pedro Serra.
De las filas de aquella tropa basificada en Macustodia y lugares cercanos saldrían varios cuadros que ocuparon altos cargos en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) como Ulises Rosales del Toro, Gustavo ChuíBeltrán, Jorge García Cartaya, Roberto Viera Estrada, Lorenzo García Frías, Harold Ferrer Martínez y Arnoldo Ferrer Martínez. El primero alcanzó el grado de general de división, y el resto, de brigada.
Un lugar imborrable en la historia de la Patria lo ganó otro integrante de la comandancia de Macustodia: Juan Vitalio Acuña Núñez, Vilo; el Joaquín de la guerrilla del Che en Bolivia.
Se recuerda asimismo a Miguel Espinosa, cuya vida fue segada el 6 de octubre de 1976en el cobarde y vil atentado terrorista a un avión de Cubana que se precipitó al mar frente a las costas de Barbados.
De su misión y de la del III Frente Mario Muñoz Monroy, en testimonio ofrecido en el libroIII Frente: a las puertas de Santiago de Cuba, expresó el comandante Guillermo: “El propio desarrollo de las acciones guerrilleras demandaba extender la guerra y ampliar la zona de operaciones del Ejército Rebelde hacia otros territorios de la provincia de Oriente”.
Y así fue, sus combatientes convirtieron aquella zona en un bastión infranqueable para las tropas batistianas; les hicieron inseguroy muy peligroso el tránsito en el tramo entre Palma Soriano y Contramaestre.También fueron decisivos en el anillo que se tendió en los finales de la guerra (toma de Maffo, Baire y Jiguaní) en cooperación con otras fuerzas del III Frente y en la rendición de las tropas enemigas acantonadas en la capital oriental.
El 1.o de enero de 1959, ya ubicados en El Escandel y luego de transitar por San Luis, Dos Caminos, Puerto de Boniato y El Cristo; Fidel le ordena a Guillermo avanzar con su columna hacia el cuartel Moncada, ocupar todos los tanques y tanquetas existentes en esa fortaleza militar y trasladarlos hacia El Cobre, donde debía esperar nuevas misiones. En este lugar se insertarían en la Caravana de la Libertad que encabezada por el Comandante en Jefe entró a La Habana el 8 de enero de 1959.
Fuentes:
Guillermo García Frías: El último combate. Casa Editorial Verde Olivo, La Habana, 2013.
Rodolfo Antonio Hernández Formoso: "La Comandancia de Macustodia", Periódico Granma, 14 de septiembre de 2012, p. 4.
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