Bombas que aún retumban (2 parte)

09 de Agosto de 2023

La gran mayoría de las víctimas fueron mujeres, niños y ancianos. Foto: Internet

Un crimen de guerra. Así es considerada la bomba atómica; cuando un país decide lanzarla, su capacidad de destrucción no discrimina entre civiles y militares. Pero arrojar dos, resultó demasiado.

 

Ante las consecuencias del 6 de agosto, pudiera parecer incomprensible, por atentar contra el derecho humano a la vida: el lanzamiento de una segunda bomba atómica sobre la ciudad de Nagasaki.

 

La expulsión de esta bomba atómica supuso el estallido de un segundo dispositivo nuclear en apenas tres días, después de que fuera atacada la ciudad de Hiroshima. Con ello Estados Unidos asestó su último golpe contra Japón en la víspera del final de la Segunda Guerra Mundial.

 

No era esta la ciudad que estaba en la lista de los objetivos prioritarios. Pero la orden de seleccionar un escenario que visualmente maximizara el alcance devastador del explosivo, desvió hacia allí al bombardero Bockscar.

 

El dispositivo nuclear Fat Man, compuesto de plutonio y mucho más potente que la bomba de Hiroshima, liberó una energía equivalente a 21.000 toneladas de TNT y su detonación fue más fuerte que la de Hiroshima. Escuelas, iglesias y hospitales se derrumbaron, cerca de 70.000 personas murieron durante el ataque y en los meses posteriores; la mitad de Nagazaki desapareció.

 

A las 11 de la mañana, la ciudad se convirtió en un infierno, en apenas segundos, y miles de sus habitantes sucumbieron ante la radiación y las quemaduras provocadas por semejante detonación. Este nivel de catástrofe forzó a Japón a plantear su rendición incondicional, después de años de guerra.

 

No existen cifras definitivas de cuantas personas murieron a causa de los bombardeos, tanto por la explosión inmediata o en los meses siguientes debido a las heridas y a los efectos de la radiación.

 

Si bien es cierto que el lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki, el 6 y el 9 de agosto de 1945, respectivamente, supuso la inmediata rendición de Japón y la finalización de la Segunda Guerra Mundial, el mundo se vio atrapado de inmediato entre la incertidumbre y el miedo como consecuencia del inicio de la era atómica.

 

Décadas más tarde, en marzo de 2003, se celebraba la décimo tercera Cumbre del Movimiento de Países No Alineados y en una visita de tránsito por tierra nipona, el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz llegó hasta la ciudad de Hiroshima. “Que jamás vuelva a ocurrir semejante barbarie”, así escribió el Comandante en Jefe, en el Museo de la Paz, en el libro de homenaje a las víctimas de los terribles bombardeos de Hiroshima y Nagasaki.

 

En Nueva York, el 26 de septiembre de 2018, en la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU para celebrar y promover el día internacional para la eliminación total de las armas nucleares; el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en ese entonces Presidente de los Consejos y Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en su intervención expresó: “ Cuba rechaza las políticas de seguridad y las doctrinas militares sustentadas en la disuasión nuclear. Hacemos nuestras las palabras de Fidel cuando en 1979 afirmó, y cito: ʻEl ruido de las armas, del lenguaje amenazante, de la prepotencia en la escena internacional debe cesar. Basta ya de la ilusión de que los problemas del mundo se puedan resolver con armas nucleares. Las bombas podrán matar a los hambrientos, a los enfermos, a los ignorantes, pero no pueden matar el hambre, las enfermedades, la ignoranciaʼ”.

 

Hoy Hiroshima y Nagasaki son importantes ciudades industriales y comerciales. Ambas tienen museos y plazas donde se rinde homenaje a las víctimas, siempre en torno a una idea: la abolición total de las armas nucleares; la aspiración de una paz segura, perdurable, próspera y noble.

 

  • La nube en forma de hongo después de la bomba atómica sobre Nagasaki. Foto: Internet

  • Comandante en Jefe Fidel Castro, en el Museo de la Paz, rinde homenaje a las víctimas de los terribles bombardeos de Hiroshima y Nagasaki. Foto: Internet

  • Díaz-Canel rinde homenaje a las víctimas de los bombardeos nucleares en Hiroshima. Foto: Internet

  • Ciudad de Hiroshima en la actualidad. Foto: Internet

  • Ciudad de Nagasaki en la actualidad. Foto: Internet

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