Mi libro en la Feria

26 de Febrero de 2025

Cubierta del «apuntador de Cangamba» Foto: Roberto Garaicoa

«Cuando en el 2013 y 2014 comencé a pensar en mi primera obra literaria nunca imaginé que un día estuviera presentándola en la Feria del Libro».

 

Con estas palabras inicié la presentación de la obra «El apuntador deCangamba» en la 33 Feria Internacional del Libro, en la sala K3 de la Fortaleza San Carlos de La Cabaña. Habían pasado dos o tres meses desde que recibí la información de la teniente coronel Ana Dayamín Montero Díaz, jefa del Departamento de Edición y Diseño de la Editorial Verde Olivo. Fueron meses de sueños, análisis, reflexiones y preparación para la cita.

 

El 13 de febreroviajé en guagua para la Habana. Los primeros cuatro días estuve en casa de un amigo, piloto de cazas. Y mientras cumplía otras actividades propias de mi oficio como investigador-historiador, autodidacta, mantuve contactos con los directivos de Verde Olivo y seguía la Feria por las páginas de Facebook, WhatsApp, además de la TV.  Soñaba con mi día en la Fortaleza.

 

Fue así que, el 19 ya en el hotel Kohly, tomé la guagua con los autores que presentarían en la fecha. Mientras nos acercábamos y el ómnibus subía la colina del Complejo Histórico Militar Morro Cabaña crecían en mí las emociones por el lugar que solo había visto desde lejos. Emoción que fue aumentando cuando comencé a ver tanta gente, vehículos; carpas de colores y kioscos dispersos por doquier. Los pasillos centenarios de adoquines, de curvas, vericuetos y escaleras peligrosas para el andar.

 

Luego arribé al área central, de calles anchas y plazoletas, también adoquinadas. Zona ocupada por los pabellones, que son de grandes bloques y techos abovedados, y con unos 30 metros de largo por 6 de ancho. Entré a la sala K-3, espacio del «Proyecto Cultural Nuestra Historia: África en las venas», rectorado por la Editorial Verde Olivo.

 

Comencé a analizar el local, su tribuna de mesitas rústicas, la ubicación de los autores, los micrófonos, la visibilidad desde diferentes ángulos, ymásaún; me dediqué a escuchar las intervenciones de cada escritor. Tomé experiencias para mi turno al siguiente día.

 

Regresé a Kohly relajado y tranquilo. Hice un repaso de mi intervención; luego la practiqué mentalmente. Me fui a dormir, y lo hice muy bien.

 

A las 8 de la mañana del día 20, ya estaba listo frente al hotel, en espera de la guagua. Me recogieron sobre las 9:00 am, y viajé entusiasmado, sin ningún síntoma de nerviosismo junto a otros autores y el personal de Verde Olivo. Mientras nos acercábamos la lloviznade un frente frío nos amenazaba por el norte; pero arribamos a la sala de presentaciones, antes del mal tiempo.

 

De inmediato la teniente coronel Dayamín,dio las instrucciones a los cuatro autores de la jornada: asientos, orden de intervención y otras. En tanto, la sala K-3 se iba llenando de combatientes internacionalistas. Entre estos, pilotos de cazas y de helicópteros; cadetes cubanos y angolanos, soldados, jefes de las FAR, y el embajador de Namibia y su esposa.

 

Hasta que a las 10 y 30 ocupamos los puestos. Desde la izquierda el teniente coronel (r )José A. Gárciga Blanco, prolífero autor de temas angolanos yayudante del general Tomassevich , este servidor, Milton Díaz Canter , periodista de la TV Cubana; la teniente coronel Ana Dayamín, moderadora, José Martí Pérez de la Cruz, Yeniska Martínez Díaz, la avileña; y Ángel Dalmau Fernández, conocido ex diplomático cubano en países africanos.

 

Seguidamente inició José Martí con un tema sobre sus recuerdos angolanos. Luego vino mi turno. Empecé con saludos y agradecimientos; hice un ligero recorrido de mi vida, hablé de la pasión por las letras y cuándo comencé a escribir. De cuando pasé a vivir a Bayamo y conocí al Chino Chiong; mis motivos para escribir una obra sobre sus acciones en las trincheras de Cangamba. Después combiné comentarios con breves fragmentos del libro que ilustran la necesidad de un apuntador de la aviación desde los primeros días de la batalla.

 

Así continué, hasta que Ana Dayamín entre sonrisas, me pidió que dejara algo para los lectores; mensaje que entendí. Concluí y vino aquel aplauso entre rostros de satisfacción de los participantes. Luego continuaron los demás autores y terminamos con fotos, felicitaciones, y saludos.

 

Quedé muy feliz por la oportunidad, la aceptación de la obra, por las personas que conocí. Elementos que me estimulan a seguir en mi compromiso con la Historia de Cuba.

 

Pie de fotos:

1- Cubierta del «apuntador de Cangamba», que puede ubicarse en la portada.

2-Gigantografía publicitaria.

3-Intervención del autor

4-Participantes en la presentación del libro, «apuntador de Cangamba», entre los que se encuentran; el embajador de Namibia y su esposa,Milton Díaz Cánter; Bravo, piloto de cazas,general de brigada Horta Junco, combatiente de Cassinga, directivos de Verde Olivo, el autor; entre otros.

  • Intervención del autor.Foto del autor

  • Participantes en la presentación del libro, «apuntador de Cangamba», entre los que se encuentran; el embajador de Namibia y su esposa,Milton Díaz Cánter; Bravo, piloto de cazas,general de brigada Horta Junco, combatiente de Cassinga, directivos de Verde Olivo, el autor; entre otros.Foto del autor

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