Luanda, 11 de mayo de 1991
Queridos hijos: estoy bien, trabajando mucho. Les diré que a mi llegada me ocurrió algo bien doloroso. Se acuerdan de los juguetes y los caramelos que traía para un amiguito angolano; pues a su mamá fue a la primera persona conocida que vi al llegar a la Misión Militara Cubana en Angola.