En la intersección de las calles Zulueta y Neptuno, en el corazón de La Habana, existía una edificación que en la década del veinte era conocida como «Union Club». El espacio, concebido para reuniones de la sociedad más rancia y elitista de la época, fue testigo de uno de los encuentros deportivos más importantes del siglo xx: el histórico duelo entre José Raúl Capablanca y Emanuel Lasker en el Campeonato Mundial de Ajedrez de 1921.