Una institución con 40 años de integralidad
La escuela militar superior Comandante Arides Estévez Sánchez, Orden Antonio Maceo, cumple este 18 de noviembre sus cuatro décadas de fundada, por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, entonces Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Por su disciplina, rigor, calidad del claustro docente y el desarrollo científico y tecnológico que la caracterizan, recibió la Orden Antonio Maceo el 18 de noviembre de 2015, impuesta a la bandera de combate por el General de Ejército, quien ha visitado la institución en varias ocasiones.
El mártir de la escuela fue un destacado oficial de las FAR y fundador del Partido Comunista de Cuba (PCC). Asimismo, ocupó cargos de dirección en núcleos, comités del PCC y comisiones adjuntas. El 9 de mayo de 1976 cayó en combate en Angola, a los 37 años, tras resultar herido el día anterior por la explosión de una mina, en cumplimiento de misión militar internacionalista.
Actualmente, dentro de la institución labora un profesor que conoció a Arides Estévez Sánchez, el teniente coronel (r) José Walfrido Santana Oña, quien se desempeñaba como soldado en el Servicio Militar Activo cuando ya Arides era sargento, sobre este expresó: « […] fue mi jefe, amigo y compañero».
Santana Oña es fundador de la escuela que lleva el nombre de su camarada. «Hace 40 años llegamos aquí con un grupo de valerosos compañeros por una orientación del General de Ejército para convertir esta instalación, que eran los Camilitos de la Marina, en la Escuela Militar Superior Comandante Arides Estévez Sánchez.
»Llegamos y comenzamos con la creación de nuevos locales, aulas especializadas, polígonos y priorizamos la orden del entonces Ministro de las FAR, de que toda la instalación se integrara al medio ambiente.
»A lo largo de estos años he tenido la posibilidad de ver ese crecimiento. Al inicio no contábamos con compañeros que tuvieran altas categorías docentes. Ya hoy en día poseemos doctores, profesores titulares, másteres y especialistas.
¿Usted dónde trabajaba antes de la apertura de esta escuela?
—Yo venía de la Facultad 9 de la Academia de las FAR General Máximo Gómez, uno de los antecedentes del centro. Me desempeñaba como jefe de cátedra de Derecho.
»Fui a una misión a Mozambique, regresé y en ese momento me trasladaron de la Facultad 9 para acá. Me dieron la tarea de ponerme al frente del grupo de los compañeros que íbamos a recibir esta instalación, por eso la conozco desde el inicio hasta nuestros días».
¿Qué cargo ocupó al comenzar en la institución?
—Fui jefe de la cátedra de Derecho muchos años y posteriormente profesor consultante, como me desempeño ahora.
¿Qué ha significado para usted tantos años en este centro educativo?
—Para mí ha sido extraordinario porque pude ver su desarrollo desde el inicio.También por las misiones que cumple esta escuela jurídica, sobre todo en la formación de las nuevas generaciones. Ejemplo, más del noventa por ciento de los juristas militares han sido formados aquí.
¿Hasta cuándo considera seguir trabajando aquí?
—Yo digo que hasta que la vida me dé la posibilidad. La escuela es justo eso, mi vida; por las oportunidades que me ha brindado, la belleza de la labor que realizamos y sobre todo la participación directa que tenemos en las actividades de las FAR.
Continuidad de la Revolución
La cadete Diana Álvarez Quintana cursa el tercer año de la carrera de Derecho, quien agradece la elevada formación de los estudiantes de la escuela, principalmente la responsabilidad y el grado de independencia que se les inculca.
«En la institución participamos en actividades culturales y recreativas. Desarrollamos matutinos especiales, galas, encuentros deportivos…».
¿Qué te motivó para escoger la carrera?
—Cuando comencé mis estudios en la Escuela Militar Camilo Cienfuegos, de la provincia de Cienfuegos, nos impartieron formación vocacional. Además, siempre me ha gustado ser una persona muy justa, admiro lo correcto, ahí pensé: qué mejor carrera que Derecho para imponer justicia. De igual manera, me forma para la vida profesional y personal.
¿Posees algún familiar militar?
—No, soy la única militar. Mis padres se sienten muy orgullosos y tengo el apoyo de toda mi familia, sé que cuento con ellos para lo que sea.
¿Pasaste mucho trabajo para obtener la carrera?
—Yo tenía uno de los primeros escalafones. La carrera lleva un proceso que se hace por selección, en un primer momento resulté la única elegida y la única mujer. Vivo orgullosa de ese honor.
¿Sientes que, de algún modo, lo que estudias es una limitante para realizar actividades de joven?
—Siempre existen los comentarios de que cuando entras a esta universidad te vas a limitar de muchas maneras y vas a perder tu juventud. Considero que no es así, me pongo como ejemplo y veo que puedo mantener mi vida social dentro de la escuela y fuera de ella.
¿Cómo es la vida de unidad con tus compañeros?
—Hacer la vida en unidad es muy bonita, porque entras y te encuentras personas de otras provincias que nunca has visitado, con costumbres diferentes y aprendes de cada una de ellas. Yo digo que las mejores amistades que he hecho son de aquí.
Asimismo, el cadete Faver Macías Chacón, expresó que su motivación para escoger esta profesión fue la necesidad que siente de luchar contra el delito. Agradece a la preparación vocacional recibida en la Escuela Militar Camilo Cienfuegos de Santiago de Cuba, que lo encaminó hacia una de sus decisiones más importantes.
«Mis compañeros de estudio me han hecho sentir como en casa. He podido visitar muchos sitios históricos, se lo debo a la escuela y a mis amigos habaneros».
Faver, uno de nuestros futuros jurídicos militares se refirió al lugar donde se encontraba en el momento de esta entrevista, el conocido Árbol Centenario, que se sembró en saludo a los cien años del reinicio de las luchas por la independencia de la nación, en 1995. Los oficiales y cadetes de la institución trajeron porciones de tierra de diferentes lugares del país: Birán, Baraguá, el Moncada…
Superación, premisa de la institución
El teniente coronel Antonio Ramírez Negrín, doctor en Ciencias Jurídicas y profesor titular se desempeña como jefe del Centro de Investigación y Docencia de la escuela.
«Considero que si vamos a hablar de la formación académica por grado, debemos concentrarnos en tres dimensiones esenciales: las especialidades por grado, la formación del máster y el programa de formación doctoral. Estas tres formas de superación de posgrado contribuyen a la aplicación del derecho en el ámbito de las FAR.
»En los últimos dos o tres años en que el país se ha visto envuelto en un proceso de reforma normativa, en el cual se han hecho cambios importantes, hubo un aporte significativo de miembros del claustro—doctores, especialistas o másteres— preparados en la institución y cuyos resultados científicos también han sido llevados a esas modificaciones que se han hecho en las normas. Profesores nuestros, han formado parte de comisiones temporales de trabajo en temas como el Código de las Familias, la Ley del proceso penal, el Código de los delitos militares, etcétera».
La universidad cuenta con polígonos, instalaciones, aulas especializadas, laboratorios y la base material de estudio necesaria. Sin lugar a dudas, la escuela militar superior Comandante Arides Estévez Sánchez, se posiciona durante cuarenta años seguidos en la integralidad que caracteriza a las instituciones militares de Cuba.
Comentarios
En este sitio no se admiten comentarios que violen, incumplan o inciten a romper legislaciones cubanas vigentes o atenten y dañen el prestigio de alguna personalidad o institución, así como tampoco aquellos que contengan frases obsenas, groseras o vulgares. Verde Olivo se reserva el derecho de no publicar los comentarios que incumplan con las normas antes expuestas.