«La mejor juventud del mundo, lo digo sin que me quede la más mínima duda, es la juventud cubana. Puedo decir que los soldados más nobles del mundo son nuestros soldados».¹

Estudio, trabajo, fusil: Tres palabras que permanecen como consigna y bandera de algo más que una organización. La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) es para muchos el primer paso, para otros el camino recorrido, para todos: estudiantes y trabajadores, una manera profunda de hacer y de sentir.  

Destacan por su ejemplo oficiales, cadetes, soldados y trabajadores civiles, quienes detrás del fusil representan a una juventud entusiasta, comprometida y combatiente. 

La UJC es la organización política de vanguardia de la juventud cubana y la principal cantera para el ingreso a las filas del Partido Comunista de Cuba. Es heredera y continuadora de las tradiciones de lucha de los jóvenes cubanos que han sido parte esencial de la historia. 

El ingreso a esta organización es de carácter voluntario y selectivo. Agrupa a los jóvenes de vanguardia de cada sector de la sociedad. La proyección de su trabajo va dirigida a toda la población joven del país con el objetivo de asegurar su unidad, movilizarla y contribuir a su educación.

La UJC surge como resultado del proceso de unidad del movimiento juvenil cubano y del desarrollo hacia formas superiores de organización de la Asociación de Jóvenes Rebeldes, su predecesora por iniciativa del Ché.

El 4 de abril de 1962, a propuesta de Fidel Castro Ruz, adopta la actual denominación. Lo cual constituyó la expresión más genuina de la voluntad de los jóvenes de construir el socialismo a solo 90 millas del imperio norteamericano.

Relevantes tareas se cumplieron en la lucha por consolidar el poder revolucionario. La juventud nutrió las filas de las milicias. Estuvo presente en todas las alertas y movilizaciones y se incorporó disciplinadamente a los sucesivos llamados del servicio militar, con gran dominio de las modernas y complejas técnicas de la defensa.

Razones de sobra para iniciar, el 15 de julio de 1964, la construcción de la Unión de Jóvenes Comunistas en las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Se eligió el Batallón Fronterizo, hoy Brigada de la Frontera, ubicada justamente en la frontera con la base naval de la Bahía de Guantánamo.

Un mes más tarde se crearon en dicha unidad las primeras organizaciones de base, a pesar de la situación creada por el asesinato del soldado Ramón López Peña a manos de marines yanquis. El proceso total culminó exitosamente en 1967 con una militancia de 7 706 combatientes.

Esto significó una profunda transformación en las unidades, fortaleció la disciplina de los combatientes y su fidelidad a la Revolución. Se cumplió un ciclo de trascendencia histórica, de transformación de las FAR en Ejército de nuevo tipo socialista, hecho sin precedentes en América Latina.

La UJC en las Fuerzas Armadas Revolucionarias guía su actividad por los Estatutos de la organización, y adecuan a sus características los Reglamentos aprobados por el Buró Nacional, en coordinación con sus respectivas Direcciones Políticas.

Desde el trabajo cotidiano en cada unidad militar, acometen con entusiasmo las misiones de la organización, asumen ante todo la responsabilidad de dar continuidad a la obra y el modelo socialista forjado por varias generaciones de cubanos.

La esencia de la ideología de la organización en las Fuerzas Armadas es el diseño de las estrategias de trabajo político para el fortalecimiento de los valores de los jóvenes a todos los niveles de la institución militar. Se impulsa además una filosofía de recreación sana, variada y atractiva para el universo juvenil en coordinación, muchas veces, con otras organizaciones.

A pesar de lo alcanzado la labor no ha concluido. Es necesario mantener el nivel político y moral de las tropas y continuar trabajando en las proyecciones futuras.

Entre los propósitos inmediatos se encuentra elevar la preparación de los dirigentes. Seleccionar bien a los cuadros de la organización y exigir a estos la preparación de su reserva. Consolidar la atención a las necesidades de los colectivos juveniles y su preparación ideológica. Además de establecer el crecimiento de las filas como principal proceso político.

La UJC, en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, ha logrado una labor superior en comparación con otros años. Agotadoras jornadas en polígonos, aulas, talleres y terrenos vencen los jóvenes en función de su preparación militar y política.

Estos muchachos y muchachas en las FAR no son simples militantes, son jóvenes satisfechos por los logros investigativos y científicos, poseedores de condecoraciones estatales como la condición Forjadores del Futuro o la Bandera de Honor. Son oficiales, sargentos, soldados, cadetes, camilitos y trabajadores civiles cada día más identificados con la organización y sus retos. Son doblemente cubanos: militantes y combatientes.

Referencias:

1. Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, en la clausura del VI Congreso de la UJC, 1992.