El conocimiento es fundamental en los procesos que llevan a la creación de riqueza para los países y mejoramiento de la calidad de vida de la sociedad. Contar con políticas públicas que potencien las actividades de tecnología e innovación deviene factor imprescindible para la concepción de objetivos encaminados al logro del desarrollo social y productivo.

Nuestro pensamiento científico se expresa como parte de la integración de la nacionalidad cubana, y uno de sus resultados ha sido la formación de profesionales. Ellos constituyen pilares de este sistema de asimilación acelerada de los conocimientos mundiales, el compromiso con el trabajo, el respaldo a los objetivos financieros y ambientales del país, además de la creación de fuentes de nuevos recursos para la economía.

De la extraordinaria labor de los hombres de Ciencia nacen novedosos productos encaminados a diversos sectores, entre ellos la salud humana, el medio ambiente, agropecuario, industrial…

Como máximo galardón a estos profesionales, el Consejo de Estado de la República de Cuba confiere la Orden Carlos J. Finlay por extraordinarios méritos y valiosos aportes al desarrollo de las ciencias naturales o sociales. También se asigna por actividades investigativas en beneficio de la humanidad, y en especial por la preservación y mejoramiento de la salud y bienestar del pueblo.

Este reconocimiento se estableció el 21 de enero de 1928 por decreto del entonces presidente de la Isla Gerardo Machado, su otorgamiento fue rubricado en 1981 por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Están facultados para realizar propuestas el Consejo de Ministros, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, entre otros.

Para imponer dicha orden se tienen en cuenta grado científico, categoría docente, especialidad, resultados de las investigaciones, publicaciones, participación en eventos, premios recibidos, desempeño en la formación de profesionales y patentes de propiedad industrial que posea el aspirante. Puede ser concedida con carácter póstumo.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) cuentan, desde 1983, con 59 especialistas y 13 entidades merecedores de la distinción. Los primeros condecorados fueron los trabajadores civiles de la defensa Oscar Zanetti Vila y Guillermo Fernández Baquero.

De esta manera las FAR ratifican la inserción de sus integrantes, quienes favorecen con su quehacer el prestigio y progreso del país. Entonces el concepto de ciencia para la defensa presenta una vertiente primordial que se asienta en la preparación, tanto en tiempo de paz como de guerra, de los oficiales y ciudadanos.

La enseñanza e innovación se renuevan periódicamente. En los últimos años se han modificado con mayor frecuencia, pues las dinámicas varían tanto en los escenarios militares como en la sociedad civil.

Colectivos de las FAR condecorados con la Orden Carlos J. Finlay
- Centro de Investigaciones Científicas de la Defensa Civil

- Centro de Investigación y Desarrollo DCM–TRANS

- Centro de Investigación y Desarrollo de Simuladores

- Centro de Investigación y Desarrollo Mecatronics

- Centro de Investigación y Desarrollo Naval

- Academia de las FAR General Máximo Gómez Báez, Órdenes Carlos J. Finlay y Antonio Maceo

- Colegio de Defensa Nacional

- Instituto Técnico Militar José Martí, Órdenes Carlos J. Finlay y Antonio Maceo

- Centro de Estudios Militares

- Hospital Militar Central Doctor Carlos J. Finlay

- Hospital Militar Central Doctor Luis Díaz Soto

- Unidad Científico–Técnica Geocuba

- Centro de Investigación, Desarrollo y Producción Grito de Baire

- Universidad de Ciencias Médicas