La pasión del arriero
13 de Diciembre de 2022
En las madrugadas serranas, junto al cantío del gallo marcando el tiempo y los compases del pilón invitando a un aromático café, el tintinear de los cencerros delata el movimiento de las arrias de mulos. Van engalanados con sus aperos como para una fiesta.
Desafiando la agreste geografía, trasladan diversas mercancías hacia o desde intrincados sitios donde no puede llegar otro tipo de transporte. Junto a ellos, la necesaria labor de los arrieros, hombres curtidos, experimentados y conocedores del entorno. De vez en cuando el chasquido de un fuete surca el aire, no para golpear, sino para animar las recuas, que forman parte del patrimonio inmaterial de las montañas.
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