Tengo en mi mente guardado

un suceso de la historia

que llenó a Cuba de gloria

y a jóvenes de virtud,

jóvenes que de actitud

eran un horcón de acero,

porque tocaban el cielo

con su espíritu aguerrido

y el suceso que les cuento

de mi Patria, no lo olvido.

Era un 26 de Julio, del año 53

cuando muy unidos los tres

Fidel, Lester y Abel

de una manera muy fiel,

y de forma muy cabal,

decidieron atacar

el Moncada en una acción,

sacando al lacayo Batista

de total concentración.

Debían completar la acción,

en Céspedes, en  Bayamo,

y aunque fue ya de antemano

un fracaso militar,

fue un triunfo nacional

porque se dio a conocer

la figura de Fidel

para el resto de la historia,

por esto el Moncada dio

el gran paso a la victoria.

Cuba se llena de gloria,

porque nuestro Comandante

llevó la acción adelante

reivindicando a Martí,

poniendo en práctica allí

el afán del pensador

en una Patria mejor

que naciera de un cuartel,

era el sueño del Apóstol,

y se lo cumplió, Fidel.

Esta fecha es un saber,

una lección en verdad,

y lo alegó el Comandante

en la Historia me Absolverá.

Su vigencia quedará

para América Latina,

como un lucero prendida

de significado fiel,

el Moncada fue la luz

encendida por Fidel.

Hoy es escuela el cuartel

que trazó nuestro camino,

así renació el destino

de esta Patria renovada,

pura, limpia, y transformada

después de aquel 26,

siempre vivirá el Moncada

y junto con él, Fidel.