La última Constitución Mambisa
La Carta Magna de la Yaya fue la cuarta de las llamadas Constituciones Mambisas y tuvo en la de Güáimaro (1869), Baraguá (1878) y Jimaguayú (1895) a sus ilustres predecesoras.
Aprobada el 29 de octubre de 1897, hace 124 años, ratificó nuestra voluntad de dotar a Cuba de su Ley de Leyes, en plena manigua insurrecta, aspiración de moldear la futura República, que nacería, una vez derrotado el colonialismo español en la isla.
En su preámbulo, se ratifica el propósito inquebrantable de obtener la Independencia absoluta, para constituir en una república democrática.
Los delegados reunidos en la Yaya, Camagüey, estructuraron el decreto constitucional en cinco capítulos, con las siguientes disposiciones:
- Territorio y Ciudadanía.
- Derechos Individuales y Políticos.
- Gobierno de la República.
- Asamblea de Representantes.
- Disposiciones de Carácter General.
Como rasgo distintivo, se refiere a las condiciones y procedimientos a seguir en caso de lograrse la independencia total de la nación. Es considerada la más completa de la República en Armas.
Pero, apenas unos meses después, todo cambió con la intervención yanqui y los ideales plasmados en esta última Constitución mambisa quedarían inerte.
Es a partir del triunfo revolucionario del 1o de Enero de 1959, que comienzan a germinar las raíces para debatir y proclamar “el culto de los cubanos a la dignidad plena del Hombre”.
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