Rememorando el incendio.

12 de Enero de 2025

Las miembros de la AJR Martha Virginia Burquet Arias (a la izquierda) e Isabel Mas Duque de Estrada, también integrante del maratón La Antorcha de la luz, 1960.

La bayamesa Martha Virginia Burquet Arias, integrante de la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR, que a partir del 4 de abril d 1962 se convirtió en la Unión de Jóvenes Comunistas), alfabetizadora y maestra, participó en un recorrido de 5 días desde La Habana hasta Bayamo junto a 60 compañeros portando La Antorcha de la luz; como homenaje al 92 aniversario del incendio de esta ciudad. Dicho acontecimiento ocurrió por única vez en enero de 1961; y del mismo muy poco o nada se ha divulgado.

 

La Delegación General de Deportes (INDER a partir del 23 de febrero de 1961) del municipio Bayamo convocó, por indicaciones dejadas por Fidel durante anterior visita al territorio, a 61 jóvenes de entre 16 y 20 años (aproximadamente 50 porciento de cada sexo) para rememorar los hechos. Salieron en dos guaguas rumbo a La Habana el 6 de enero. Al frente de las mismas iban Milton McDonald y Alberto Mola, director nacional de deportes de la AJR y de esa institución en Bayamo, respectivamente. Llegaron a la capital el día 7 por la tarde y se alojaron en una antigua escuela de monjas de la Avenida de los Presidentes, hoy Salvador Allende.

 

Allí les ampliaron los objetivos de la actividad: sería un maratón hasta Bayamo portando La Antorcha de la luz para rememorar el incendio de esta ciudad por los mambises el 12 de enero de 1869, que se realizaría a través de la carretera central y avanzarían a trote rápido, con relevos cada un kilómetro dirigidos por las autoridades del deporte y auxiliados por dos ómnibus y representantes de la Cruz Roja.

 

El día 8, al atardecer, los concentraron en la calle Carlos III, allí se realizó un acto con la presencia del Presidente de la República Osvaldo Dorticós Torrado, junto al comandante Joel Iglesias Domenech, Presidente de la AJR y los representantes deportivos antes mencionados.

 

Martha rememora:

 

«(…) Recuerdo que fue un acto muy simbólico (…) emotivo, nos sentíamos alagados (…) y comprometidos con la tarea (…) Nunca olvidaré que (la antorcha) fue encendida por (…) Dorticós al salir (…), eran aproximadamente las 7 (…) de la noche.

 

»(…) Había que verles los rostros a los compañeros (…) Qué emoción (…), no teníamos cámaras (…), pero sabíamos que estábamos escribiendo la historia (…)

 

»(…) la Antorcha de la luz (…) representó lo nuevo, lo luminoso (…), la paz, el porvenir».

 

Salieron aún oscuro y custodiados por un caballito (moto patrullera), que llevaba una bandera cubana anclada en su parte trasera hasta tomar la carretera central en dirección a Bayamo.

 

«(…) Al salir fuimos portadores de un pico, una gran libreta con un (enorme) lápiz y un fusil (…), estos representaban el estudio, el trabajo y la defensa de la patria.

 

»(…) Nos distribuimos por tramos, cada atleta recorría 1 km (…) por el día y por la noche.

 

»(…) Al avanzar (…) nos anunciaban con auto parlantes (…) los pobladores nos recibían con consignas (…) y aplausos (…), lo que nos emocionaba mucho (…)»

 

En Santa Clara hicieron una parada para un acto y un ligero almuerzo.

 

«(…) el compañero Salvador Oliva, se comió tres cajitas (…), desde ese día le pusimos "Salvador tres cajitas" (…) era todo muy divertido»

 

El recorrido siguió según el programa, recibiendo el saludo de muchas personas alineadas a lo largo de la vía, en caseríos, poblados y ciudades. Las paradas eran breves solo para actos y alimentación ligera, que no afectara la salud de los jóvenes, ni a la propia actividad del maratón.

 

De uno de sus turnos de noche Martha rememora.

 

«(…) fue al cruzar cerca de un cementerio (…) que me llenó de pánico y me impulsó de tal manera que llegué súper rápido al relevo (…)

 

En la ciudad de Victoria de Las Tunas (hoy Las Tunas), tuvieron grandes emociones.

 

«(…) nos esperó el mejor recibimiento (…) en el parque central pudimos sentir el entusiasmo, la alegría y el júbilo (…)»

 

Otra parada memorable junto al calor del pueblo y sus dirigentes ocurrió en Cauto Cristo. A partir de este, el maratón ajustó el tiempo.

 

«(…) para llegar a la hora justa, ni antes ni después»

 

Ya era el 12 de enero y en todos los poblados cercanos a Bayamo encontraron una movilización total. Desde la carretera tomaron la calle Figueredo ya de noche. En medio de la alegría y aplausos esperaron unos minutos para de nuevo chequear el tiempo y así arribar a la Plaza del Himno a las 12 en punto.

 

«(…) se hizo un acto multitudinario, un bello recibimiento de los organismos, el gobierno (…) y el pueblo (…) y de esa forma entró la Antorcha de la luz a Bayamo, cumpliendo el deseo de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

 

»(…) fueron días llenos de emoción y agotamiento (…), pero no lo sentíamos, lo importante era llegar (…)»

 

En el propio acto los 61 jóvenes recibieron un diploma acreditativo firmado por las máximas autoridades del Deporte y la AJR del país.

 

  • Diploma acreditativo entregado a cada participante del maratón La Antorcha de la luz.

  • Martha Burquet Arias en Bayamo, 20025.

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