Distingo entre la calma el lejano rumor de sus cascos que se vienen acercando al galope desbocado y luego veo sus crines de algasy su cuerpo rojo como los corales».

El caballo de coral. Onelio Jorge Cardoso

Mayo lleva su nombre. Quiso la coincidencia que en el mismo mes en que viera la luz, también se apagara su voz. Setenta y dos años de diferencia entre los dos momentos y no fue tiempo suficiente para todo lo que aún le faltaba por contar.

La obra de Onelio Jorge Cardoso(Calabazar de Sagua, 1914–La Habana, 1986), prolífico narrador cubano, anclada al mundo rural y a personajes marginales, se desliza a través de un realismo poético atravesado por la oralidad más genuina, humor y hondura existencial.Su palabra es, sin dudas, elemental para entender la «cubanía literaria».

A la par de otros escritores como Samuel Feijoo, Alejo Carpentier y Lino Novás Calvo, Onelio explora temas humanos universales desde una visión autóctona, una simbiosis entre realidad y fantasía que hurga, sin estridencias, en lugares obligatorios de la espiritualidad popular cubana,como una constante contraposición de mitos locales con culturas importadas.

Esa magia de lo cotidiano convierte sus textos en pasajes con un empleo orgánico de giros coloquiales, refranes y ritmos que reflejan la idiosincrasia cubana. Sus protagonistas: campesinos, pescadores, carboneros, están lejos de ser héroes;encarnan la lucha de la dignidad frente a la adversidad, elemento recurrente en el imaginario rural.

Por otra parte, el manejo finísimo del humor y la ironía en sus historias aportan lirismo a ese estilo tan propio que refuerza la idea de que la verdadera cubanía nace desde el pueblo y no en las élites intelectuales. Nunca imitó el habla rural, por el contrario, fue capaz de capturar su música y sus silencios, esos espacios donde lo importante siempre queda sugerido. 

Lo extraordinario de su visión está en mostrar lo cubano a través de una gramática invisible como si fuera el único modo posible de existir.

Gran parte de su obra fue escrita en el período prerrevolucionario, reconocida con premios y publicaciones. No obstante, luego del triunfo fue celebrado como escritor del pueblo, y su obra se incorporó al sistema educativo y cultural cubano. Sus textos han sido traducidos a más de 12 idiomas y adaptados al cine, el teatro y el ballet. 

Desde hace más de 20 años el único centro de formación literaria del país, y uno de los más antiguos y prestigiosos de Latinoamérica lleva su nombre.

Onelio Jorge Cardoso escribía sin prisa sobre su cuaderno de contabilidad mientras viajaba. Muy joven atravesó toda una isla como comerciante para luego contarla de tal forma que siempre aparezca entre sus palabras ese pequeño caballito con crines de algas y cuerpo rojo como los corales.