En la mañana del 19 de junio de 1958 comenzó la segunda fase de la Gran Ofensiva de Verano del ejército de la tiranía, con movimientos coordinados en sus tres direcciones de ataque: Santo Domingo, Sector Sur y Las Vegas de Jibacoa; en esta última con más de 500 soldados, apoyados por aviación, tanques y artillería.     

Para frenar o retardar su avance, se designó el pelotón de Horacio Rodríguez y la escuadra de Orlando Lara. Este último no pudo participar por haber sido herido de gravedad en una acción combativa el día 17.

Señaló el Comandante en Jefe Fidel Castro que “después de tirotear al enemigo durante algunos minutos, los hombres de Horacio se replegarona lo que debió ser una segunda línea defensiva con mejores condiciones […] sin embargo, esta segunda posición fue sostenida por el personal rebelde muy poco tiempo.

”Después de conocer lo ocurrido durante la jornada, yo también había llegado a la conclusión de que la caída de Las Vegas era inevitable[…]era absolutamente imposible destinar hombres de otros sectores para tratar de reforzar la línea rebelde en el acceso a Las Vegas”.

Seguido de una débil y breve resistencia, los combatientes rebeldes comenzaron a retirarse; al mediodía ya habían rebasado en su repliegue el referido caserío, y tomaban posiciones ventajosas para detener el avance de los guardias.

De esa manera dejaron expedito el camino para la soldadesca, cuya vanguardia entró en Las Vegas en las primeras horas de la tarde del día 20, casi sin disparar un tiro. 

En esas condiciones Fidel decidió proteger hasta el final la zona de La Plata y sus objetivos cruciales; y si al final si no eran capaces de defenderla, dispersar las fuerzas en grupos más pequeños, en condiciones de comenzar la nueva guerra de movimientos de los primeros tiempos. Esto en última instancia.

“Hoy —expresó el Che— como pocas veces en el transcurso de esta revolución, he recibido un golpe tan desesperante”.

Pasada Las Vegas a una segunda prioridad, la táctica a seguir era contenerlos, ya llegaría el momento de atacarlos y así ocurrió: el 28 de julio con el aniquilamiento de la compañía 92 que la ocupaba y su liberación.

Fuente consultada:

• Fidel Castro Ruz.La Victoria Estratégica. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado 2010. Páginas 157, 158, 159, 161,162.